- En México, las heridas constituyen un grave problema de salud pública por su alta incidencia y por los altos costos de atención.
- Del 3 al 11% de los pacientes que ingresan en los hospitales desarrollan úlceras por presión.
- Casi tres millones de adultos mayores en México no están afiliados a instituciones de servicios de salud.
La atención en adultos mayores es más compleja de lo que algunos piensan. No solo requiere una práctica preventiva para retrasar su envejecimiento y evitar posibles enfermedades crónicas propias de la edad sino que también se necesita una atención especializada con conocimientos adecuados para tratar padecimientos como la artritis y artrosis, enfermedades mentales y neurológicas, osteoporosis, diabetes, enfermedades de corazón, problemas auditivos y visuales, gripe y neumonía, entre otros.
Debido a su vulnerabilidad progresiva, uno de los cambios más notables es la de su piel. No solo se torna más delgada y sensible sino que además es propensa a graves heridas como las úlceras por presión.
¿Qué son?
Se trata de una lesión de origen isquémico localizada en la piel y tejidos, producida por presión o fricción prolongadas. Tal es su importancia, que en recientes estudios demostraron que, alrededor del 27% de defunciones hospitalarias en personas adultas mayores son causadas por este problema.
En ese sentido, la co-fundadora y CEO de ÉVITER, Gabriela León, señala que en la edad adulta, los cuidados tienen que incrementarse en todos los sentidos. Cuando se tiene poca movilidad, la piel de talones, tobillos, caderas, coxis y otras partes del cuerpo corren mayor riesgo de tener afecciones, como las úlceras por presión.
“La nanotecnología a través de las nano biomoléculas tienen la ventaja de permanecer en la piel y mucosas hasta por 12 horas, además con una significativa menor toxicidad que otros productos relacionados. Este tipo de productos nanotecnológicos nos proporciona armas muy valiosas para enfrentar cualquier tipo de heridas e infecciones por hongos e incluso evita posibles contagios por virus como el COVID-19 y sus variantes”.
En México, las heridas constituyen un grave problema de salud pública por su alta incidencia y por los altos costos de atención. Las heridas traumáticas, las úlceras de pie diabético y las lesiones por presión son las tres principales lesiones que aquejan a los mexicanos tanto en salud como financieramente.
Y es que, en México, casi tres millones de adultos mayores no están afiliadas a alguna institución de servicios de salud, especialmente en las entidades de Michoacán, Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, México y Puebla, que van del 24 a 32%. Después siguen Nuevo León, Chihuahua, Baja California Sur, Sinaloa, Coahuila, Sonora, Colima, Yucatán y Aguascalientes con el 10 y 13%.
El costo de ser un adulto mayor
Un hecho claro es que en los hogares con adultos mayores tienen mayor porcentaje de gasto en alimentos, hogar, salud y vivienda. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) los gastos de una familia o de un adulto mayor con enfermedades crónico-degenerativas tienen un costo promedio de 2 millones 670 mil pesos. Un gasto importante considerando que se cuenta con alrededor del 56% de los adultos mayores en el grupo de 60 a 69; 29% entre 70 a 79 años y 15% con 80 años o más.
Estos resultados indican que las familias mexicanas enfrentan un gran reto en torno a satisfacer las necesidades de sus familiares de la tercera edad, quienes deberán prevenir y atender con soluciones y prácticas eficaces que los ayuden a mejorar su calidad de vida:
- Limpiar la piel con agua tibia y jabones a base de nanotecnología.
- Tratar la piel seca con agentes hidratantes y cremas con acción antiséptica y virucida.
- Cambiar con frecuencia los pañales desechables para evitar humedad por la orina, materia fecal, transpiración, etc.
- Reducir al mínimo la fricción y rozamiento mediante técnicas adecuadas de posición, transferencia y cambios de posición.
- Tratar la desnutrición y mejorar la movilidad con ejercicios pasivos y activos que incluyen el desplazamiento.
- Proporcionar una excelente alimentación y considerar suplementos con Vitamina C y Zinc.
Adicionalmente, se recomienda incorporar a la dieta diaria de los adultos mayores los suplementos nanoparticulados de Vitamina C y zinc. Todos ayudan a fortalecer el sistema inmunitario en el combate a las bacterias y virus que pueden poner en riesgo su salud.
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