- La hemorragia obstétrica causada por trastornos de la coagulación es la que menos atención recibe por desconocimiento.
- Ocurre por cuatro causas principales: atonía del útero, lesión del útero, retención de placenta y enfermedades de la coagulación.
- La mejor manera de prevenirla y salvar vidas es diagnosticarla y tratarla a tiempo.
La hemorragia obstétrica es un problema de salud serio en México y el resto del mundo. De acuerdo con el Informe Semanal de Notificación Inmediata de Muerte Materna de la Secretaría de Salud (SSa), se trata de la segunda causa de muerte materna en el país. Tan solo se ubica por debajo de la enfermedad hipertensiva, y es responsable del 15.2% de los casos de defunción.
Respecto a la hemorragia obstétrica, la Dra. Marilyn Mendoza, especialista en hematología y asesora científica en Enfermedades Raras de Novo Nordisk, informó que tiene cuatro causas principales: Incapacidad del útero para contraerse después del alumbramiento (atonía del útero), lesión del útero o del canal vaginal del parto, retención de placenta y enfermedades de la coagulación.
“A las enfermedades de la coagulación se les pone menos atención por desconocimiento. Las hemorragias obstétricas relacionadas con trastornos de la coagulación, como la hemofilia, casi nunca son investigadas y muchas de las muertes maternas pueden deberse a esta causa, que es prevenible si es detectada, diagnosticada y tratada a tiempo”.
La hemofilia es un trastorno o enfermedad, cuyo resultado es la poca o nula capacidad del cuerpo para producir o formar coágulos capaces de detener los sangrados. Esto debido a una deficiencia en los factores o proteínas que intervienen en la coagulación de la sangre, o a un bloqueo en el funcionamiento de estas proteínas de la coagulación siendo el factor VIII o factor el IX los afectados con más frecuencia.
“Dentro del universo de las mujeres con hemofilia, tenemos dos grandes grupos: las mujeres que son portadoras de hemofilia congénita, quienes si no tienen hijos podrían no darse cuenta de que padecen la enfermedad, y las mujeres que desarrollan hemofilia adquirida una vez que están embarazadas. Esto se convierte en un asunto alarmante cuando mujeres aparentemente sanas, que no sabían que tenían un problema en la sangre, tienen hemorragias tan abundantes que ponen en peligro su vida”.
La especialista en hematología abundó en que la hemofilia congénita es de origen familiar. La persona nace con ese problema y lo hereda a sus hijos varones, quienes desarrollan la enfermedad.
La Dra. Mendoza explicó que la otra condición importante son las enfermedades adquiridas de la coagulación.
“Una mujer aparentemente sana, que antes no tenía hemofilia, al momento de tener a su bebé puede sangrar de manera abundante, y aquí tenemos otra clase de enfermedad que es la hemofilia adquirida. Se cree que el embarazo puede ser el desencadenante.”
El problema está en que los médicos van a aplicar el tratamiento para lo que ellos conocen, como trastornos del útero, retención de la placenta, lesiones en el canal del parto, y no se piensa en que pueda tratarse de una enfermedad de la coagulación.
“Las enfermedades de la coagulación tienen tratamientos específicos, que si no se dan, el sangrado no se detiene y se puede dar la muerte materna. Por lo general estas muertes son reportadas como hemorragia postparto, sin especificar sus causas reales. Y lo más crítico es que se trata de vidas valiosas que se pierden”.
Prevenible y curable
La también asesora científica en Enfermedades Raras de Novo Nordisk dijo que estas hemorragias son prevenibles si se diagnostican y tratan a tiempo.
“Las mujeres embarazadas, con o sin antecedentes familiares de hemofilia, requieren llevar un control prenatal con su ginecólogo o su médico familiar. Necesitan hacerse dos pruebas sencillas y de costo accesible: la biometría hemática, en la que se analizan la hemoglobina y las plaquetas, y la prueba de tiempos de coagulación. Si en la prueba de tiempos el TTPa (tiempo de tromboplastina parcial activado) es superior a los 40 segundos, se enciende un foco rojo porque podría tratarse de un trastorno.”
Estas pruebas deben hacerse en los tres trimestres del embarazo. Si desde un inicio se detecta que la prueba de coagulación no arroja los parámetros normales, la paciente debe ser enviada con el médico hematólogo, que atiende enfermedades de la sangre. Este especialista será el responsable del diagnóstico y tratamiento de la hemofilia.
¿Cómo detectar un trastorno de la coagulación en la vida diaria?
En la vida diaria hay señales de alarma que indican que las personas pueden padecer algún trastorno de la coagulación, como la aparición espontánea de moretones o equimosis en varias partes de cuerpo sin causa aparente; sangrado de la nariz; sangrado posterior a procedimientos dentales, que puede prolongarse durante 2 días; menstruaciones abundantes, con periodos de 7 días o más de duración o dos periodos al mes.
Los médicos deben poner atención en las hemorragias postparto. Las mujeres con hemofilia adquirida pueden presentar los síntomas anteriores después del nacimiento del bebé y, en este caso, es importante que busquen atención médica de inmediato.
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