- De acuerdo con la OMS, cada año se producen entre 700 mil y un millón de nuevos casos de leishmaniasis.
- Esta infección también provoca entre 20 mil y 30 mil defunciones anuales.
- En el caso de México está presente en 22 estados.
Existen problemas de salud que muchas veces no son muy mencionados aunque afectan a una gran cantidad de personas. Un claro ejemplo se puede apreciar con la leishmaniasis y por lo mismo fueron publicadas las nuevas directrices para su correcta atención médica. Con esto en mente, se trata de una valiosa información que debes conocer.
Para poner en contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que esta infección afecta principalmente a las poblaciones más pobres del planeta. Cada año se producen entre 700 mil y un millón de nuevos casos y de 20 mil a 30 mil defunciones. Con respecto a México se estima que está presente en al menos 22 estados del país.
Por lo anterior, el día de hoy la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó las recomendaciones actualizadas sobre el tratamiento de las leishmaniasis. Se trata de una de las enfermedades infecciosas más desatendidas a nivel global. Lo más preocupante es que, en su forma más grave, puede causar la muerte de hasta 90% de las personas que no reciben tratamiento.
¿En qué consiste la enfermedad?
Las leishmaniasis son causadas por parásitos que se transmiten mediante la picadura de insectos flebótomos hembras infectados, conocidos popularmente como chiclera, asa branca, palomilla, mosquito palha, torito, entre otros. Su presencia está directamente vinculada a la pobreza. En las Américas la enfermedad se presenta en tres formas clínicas: cutánea, mucosa y visceral.
La leishmaniasis cutánea es la más común y es endémica en 18 países de la región, donde se reportan alrededor de 54 mil casos por año. El 80% de ellos ocurren en Brasil, Colombia, Perú, Nicaragua y Bolivia. La forma mucosa representa cerca de 4% de los casos y es severa, dado que puede causar mutilaciones y discapacidades.
La visceral, la forma más grave, es endémica en 13 países de la región, con una media de unos 3.500 casos por año, el 96% de ellos se registran en Brasil.
En 2020 hubo una reducción en el número de casos de las diferentes leishmaniasis; sin embargo, esa disminución puede estar relacionada con la interrupción total o parcial de las actividades de vigilancia por la pandemia de COVID-19.
Nuevas directrices para la atención de la leishmaniasis
Las Directrices para el tratamiento de las leishmaniasis en la región de las Américas, presentadas esta semana en el 7º Congreso Mundial sobre Leishmaniasis, realizado en Cartagena, Colombia, buscan ampliar el acceso al tratamiento y mejorar los resultados de salud de los pacientes.
La evidencia acumulada hizo necesario revisar y actualizar las recomendaciones de 2013 de la OPS. En esta segunda edición se detallan, por grupos y condiciones específicas de los pacientes, los esquemas y los criterios de indicación del tratamiento para la leishmaniasis cutánea, mucosa y visceral en el contexto regional. También se detallan la eficacia y la seguridad de los diferentes tratamientos.
En el caso de la leishmaniasis cutánea, se ha eliminado el ketoconazol de las opciones terapéuticas, el número de especies de Leishmania para las que hay evidencia sólida de la eficacia y recomendación fuerte para el uso de la miltefosina ha aumentado de dos a cuatro y la recomendación de administrar antimoniales intralesionales ahora es fuerte.
Con respecto a la leishmaniasis mucosa, se incluye una recomendación fuerte sobre el uso de antimoniales pentavalentes con o sin pentoxifilina oral.
Y en relación con la lishmaniasis visceral, la recomendación es fuerte para el uso de la anfotericina B liposomal, mientras que el uso de antimoniales pentavalentes y desoxicolato de anfotericina B ahora es condicional. También hay evidencia contundente en contra del uso de miltefosina en pacientes con leishmaniasis causada por Leishmania infantum.
Otros cambios importantes en las directrices son el desglose de las recomendaciones según pacientes adultos o pediátricos, la inclusión de las especies de Leishmania y, en el caso de los pacientes inmunocomprometidos, la introducción de una recomendación fuerte contra el uso de antimoniales pentavalentes.
Ampliar el acceso al tratamiento
La Iniciativa de Eliminación de la OPS busca apoyar a los países de la región para tratar al menos al 90% de los pacientes diagnosticados con leishmaniasis cutánea y reducir la tasa de letalidad de leishmaniasis visceral en 50% para 2030. Actualmente, el 83% de las personas diagnosticadas con la forma cutánea en los nueve países de la región para los que existen datos reciben tratamiento, y el 9% de las personas que contraen la forma visceral de la enfermedad pierden la vida.
La detección temprana, el adecuado tratamiento, seguimiento y curación de los pacientes con las diferentes formas clínicas de leishmaniasis en la región es fundamental para avanzar en el control de la leishmaniasis cutánea y en la eliminación de la leishmaniasis visceral como problema de salud pública.