- Aunque los grupos antivacunas se han extendido por todo el mundo, en Europa es donde tienen mayor presencia.
- La Dra. Lisa-Maria Kellermayr, de Austria, resistió ataques durante meses por promover la vacunación como forma de protección contra la Covid-19.
- Al final fue encontrada sin vida dentro de su hogar y ahora se acusa que el suicidio fue provocado de manera diecta por los grupos antivacunas.
Ser un profesional de la salud no es algo sencillo porque se debe estar dispuesto a sacrificar el tiempo personal para atender a los pacientes. Pero aunque se trata de una labor fundamental también suele estar rodeada de críticas. El problema es cuando son tan intensas que pueden llegar a provocar consecuencias mortales. Tal es el caso de un suicidio que se reportó y todo habría sido generado por los grupos antivacunas.
En ese sentido, la pandemia de Covid-19 provocó una peligrosa división de opiniones que a la fecha sigue vigente. Por una parte, el personal médico ha sido considerado como heroíco por gran parte de la población. Su labor ha permitido salvar millones de vidas a pesar de lo complicado que representa atender a pacientes dentro del consultorio.
Los antivacunas se expanden por todo el mundo
Por otra parte, también existen pequeños grupos que reniegan de la ciencia y afirman que todo se trata de una conspiración. En especial su odio se concentra hacia las vacunas y han llegado a considerar que todo fue fabricado por las farmacéuticas. Mientras que después de más de dos años de la emergencia sanitaria mantienen su negativa a recibir el biológico que reduce las probabilidades de una etapa grave de la enfermedad.
Además se debe recordar que al inicio de la pandemia fueron comunes los ataques físicos y verbales contra los trabajadores de la salud en espacios públicos. El desconocimiento de las personas provocó que fuera peligroso salir a la calle con el uniforme.
No fueron pocas las veces que los médicos y enfermeras recibieron “baños” de cloro por considerar que estaban infectados o podían transmitir la enfermedad. Mientras que algunos establecimientos llegaron a restringir la entrada a cualquiera que dijera ser doctor.
Descripción de lo ocurrido
Pero ahora es momento de conocer una trágica historia que nunca debió ocurrir. Todo se generó en la ciudad de Wels en Austria. En ese lugar la Dra. Lisa-Maria Kellermayr tenía una clínica de atención a pacientes. De forma natural impulsaba la vacunación como estrategia de protección para toda la población.
El problema fue que, al igual que la mayoría de Europa, los grupos antivacunas son bastante numerosos. Con esto en mente, hubo una persona que empezó con los ataques a través de redes sociales hacia la profesional de la salud. No eran esporádicos sino constantes y cada vez se repetían con mayor frecuencia.
Mientras que al poco tiempo no solo era una persona sino decenas y después cientos los que se sumaron a los ataques virtuales contra la doctora. Algunos incluso llegaron a las amenazas para exigir que dejara de decir “mentiras” porque mencionaban que las vacunas no funcionaban.
Después los ataques no solo fueron mediante redes sociales sino que se extendieron a la vida real. Ante esta delicada situación tuvo que cerrar su clínica y en reiteradas ocasiones la doctora dijo temer por su vida.
Finalmente el día de hoy se confirmó el suicidio de la profesional de la salud porque fue encontrada sin vida en su casa y ahora se acusa de forma directa a los grupos antivacunas de provocar esta grave situación.
El caso ya le ha dado la vuelta al mundo e incluso el Ministro de Salud de Austria, Johannes Rauch, publicó un mensaje en sus redes sociales. Lo que menciona es que las amenazas de muerte contra la doctora eran una realidad brutal.
Die Nachricht über den Tod von Dr. Kellermayr bestürzt mich zutiefst. Als Ärztin hat sie ihr Leben der Gesundheit und dem Wohlergehen anderer gewidmet. Morddrohungen gegen sie und ihre Mitarbeitenden waren brutale Realität. 1/2
— Johannes Rauch (@johannes_rauch) July 29, 2022
A partir del suicidio ahora se ha iniciado una investigación contra los grupos antivacunas de la localidad. Además se comprueba que su peligrosidad no solo radica en su decisión de no recibir la inmunización sino que también pueden causar otro tipo de daños de alta peligrosidad.