- La elevada competencia y los pocos lugares disponibles provocan que apenas el 40% de los aspirantes al ENARM consigan una plaza.
- Por lo anterior, cada año hay miles de jóvenes frustrados porque no consiguen continuar con su formación profesional.
- A partir del año 2020 se han ofrecido becas para hacer la especialidad en el extranjero aunque la única opción disponible es Cuba.
Para todos los médicos el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) es un tema que siempre se encuentra en discusión. Algunos están a favor de su aplicación y otros en contra pero absolutamente todos lo conocen y tienen su propia opinión y cada una es válida.
En ese sentido, aunque no forma parte de la formación básica, cada año miles de jóvenes se registran para participar en la prueba. Tan solo en la edición de 2021 hubo 47 mil 724 sustentantes a nivel nacional.
Por otra parte, el mayor problema que se repite es el bajo nivel de aceptación. A la fecha se habilitan poco más de 18 mil plazas. Esto significa que menos de la mitad de los interesados consiguen un lugar. De hecho, ni siquiera un alto puntaje asegura una residencia porque la competencia es demasiado elevada.
Antes de avanzar es necesario conocer los aspectos básicos para determinar si en verdad es una prueba de relevancia para los doctores.
ENARM, ¿una prueba que todavía es vigente?
Se trata de un instrumento objetivo y consensuado de medición de conocimientos en el contexto del ejercicio de la medicina general, que constituye la primera etapa del proceso para ingresar al Sistema Nacional de Residencias Médicas (SNRM).
El ENARM se desarrolla mediante procesos auditados y certificados notarialmente en todas sus fases, cuenta con un sistema de seguridad integral que garantiza la calidad, seguridad y confidencialidad del proceso.
Mientras que ahora la discusión nace por la publicación de una doctora en Twitter. La usuaria @carolinamacm_ cuestionó el hecho de que muchas personas piensan que el ENARM determina la capacidad e inteligencia de los médicos.
Perdón, pero pasar un ENARM no me define como médico y mucho menos proyecta mi capacidad como profesionista.
— 🔔'sdeBelén (@carolinamacm_) July 27, 2022
Con esto en mente, algunos piensan que los que lo aprueban son mejores doctores que el resto y por eso deben tener derecho para continuar con sus estudios. Se trata de un aspecto bastante controvertido porque sí son acreedores a cursar una residencia para convertirse en especialistas, aunque no necesariamente significa que sean mejores que otros galenos.
Por su parte, el hecho de no aprobar el ENARM no debe ser motivo de tristeza o decepción. Son muchos los factores que influyen en una baja calificación y no todo se debe resumir en el puntaje final.
En ocasiones, un médico bien preparado falla por el nerviosismo que impone una prueba de este tipo. No significa que no tenga los conocimientos y no se le debe culpar ni hacer sentir menos.
Por otra parte, los que consiguen una plaza tampoco significa que sean mejores que el resto. De hecho, tampoco se convierten en especialistas de forma automática porque apenas consiguen un primer paso dentro de un largo camino. Lo complicado no es empezar la residencia sino concluirla con éxito.