- Por decreto presidencial se estableció la prohibición total del consumo y comercialización de vapeadores y cigarrillos electrónicos en México.
- La inhalación de un excipiente frecuentemente encontrado en dispositivos de vapeo denominado acetato de vitamina E constituye un riesgo alto para la salud.
- Todas las formas de consumo de tabaco son dañinas pero cuando se realiza a través de vapeadores el riesgo es mayor.
En medio del Día Mundial sin Tabaco se dio un anuncio importante que ha causado una división de opiniones. Se trata de la prohibición de vapeadores en México. La información fue dada a conocer por el presidente Andrés Manuel López Obrador y respaldada por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. ¿Pero cuáles serán los efectos positivos y negativos de esta medida?
Los primeros avisos de Cofepris
Esta decisión no se dio de forma sorpresiva porque desde hace meses se observó una postura en contra de esta forma de consumo de tabaco de parte de las autoridades federales. Tan solo el pasado 19 de mayo la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) publicó una alerta sanitaria máxima por los riesgos a la salud que representan los productos comúnmente denominados vapeadores en todas sus modalidades.
A través de un documento informó cómo la inhalación de un excipiente frecuentemente encontrado en dispositivos de vapeo denominado acetato de vitamina E constituye un riesgo alto para la salud. El motivo es porque se trata de una sustancia tóxica que puede ocasionar enfermedades respiratorias agudas e incluso la muerte.
Los cigarros electrónicos (E-cig o vaporizadores) y los productos de tabaco calentado son promovidos como una alternativa para dejar de fumar. Pero la autoridad sanitaria menciona que su eficacia no ha sido comprobada. En cambio, sus derivados de compuestos carcinógenos, sustancias tóxicas y emisiones en forma de aerosol representan un grave riesgo para quienes los consumen.
¿Prohibición en lugar de regularización?
A partir de todo lo anterior se tomó la decisión de aprobar la prohibición en el uso y comercialización de vapeadores en México. Por una parte, algunos se han mostrado sorprendidos porque se haya tomado esta determinación en lugar de una regulación.
Ahora bien, aunque esta acción ha sido aplaudida por muchos, se teme que una de las consecuencias directas sea el fomento del mercado negro. Al igual que ha ocurrido con otros productos que no se pueden comercializar de forma legal, de forma automática aparecen las versiones apócrifas o exportadas de otros países.
En ese sentido, si los vapeadores y cigarrillos electrónicos ya son dañinos, entonces las versiones no autorizadas podrían ser peor. Su daño a la salud sería mayor y además forma parte de un negocio ilícito.
Por otra parte, entre los que cuestionan esta decisión también están los que denuncian que ya exista una prohibición de los vapeadores pero no del tabaco convencional. A la fecha se mantiene como una de las industrias más poderosas en México y el resto del mundo.
En ese tenor, durante los últimos años se han implementado diversas estrategias para alejar a las personas del tabaquismo. Desde impuestos especiales hasta colocar imágenes explícitas y leyendas de advertencia en los empaques. A pesar de todos los esfuerzos la adicción se mantiene y las personas empiezan a fumar a edades cada vez más tempranas.