En algún momento todas las personas pueden sentirse agotadas o extenuadas. El problema se plantea cuando ese cansancio es muy extremo o dura demasiado. Y surge la preocupación. Ante dicha duda, es el médico de familia el profesional más indicado, al que se debe consultar.
Síntomas como, cansancio, astenia, debilidad, son síntomas de frecuente consulta en atención primaria. Sin embargo, son síntomas inespecíficos que se definen como una sensación subjetiva de falta de energía o agotamiento, tanto mental como físico y que conllevan a la disminución de la capacidad de trabajo.
Este síntoma, muchas veces, no se asocia a una causa concreta y puede desaparecer al cabo de un tiempo, pero en otros casos puede deberse a una enfermedad grave y puede convertirse en el abordaje precoz de un diagnóstico efectivo.
Finalmente, puede no hallarse ninguna patología grave asociada y tratarse de una astenia consecuente a la propia vida y las circunstancias individuales de cada uno (exceso de trabajo o estudio, preocupaciones familiares), que puede llegar a ser incapacitante. No obstante, es importante individualizar cada caso y no dejarse llevar por recomendaciones y experiencias de amigos o familiares.
Causas más frecuentes de la astenia
Entre las causas más frecuentes de la fatiga, cansancio o astenia se encuentran:
- Estados de ánimo bajo o patología ansiosa o depresiva.
- Estrés.
- Exceso de actividad física.
- Anemia por déficit de hierro.
- Infecciones virales.
- Infecciones respiratorias.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Tiempo de sueño insuficiente.
Importancia de la evaluación médica oportuna
La evaluación inicial de un paciente que consulta por estos síntomas, se basa en la historia clínica, para recoger aspectos tanto médicos como psicosociales. Entre los datos importantes que orientan el diagnóstico, se encuentran:
- El tiempo de evolución. Puede clasificarse como: aguda, subaguda o crónica.
- Características. Por lo general, cuando las causas son físicas el agotamiento empeora con el esfuerzo y mejora con el reposo; no así cuando el origen es ansioso depresivo.
- Síntomas acompañantes. Ante la presencia de otros síntomas como fiebre, sudoración nocturna, palpitaciones, falta de apetito, pérdida o aumento de peso, dolor de cabeza, cambios en el hábito intestinal, se sugiere que tiene un origen orgánico.
- Existencia de datos de alarma. Debe hacerse hincapié en los síntomas que hagan sospechar una patología grave, como pérdida de peso, presencia de ganglios inflamados, hemorragias digestivas o ginecológicas, alteraciones neurológicas, entre otras.
- Presencia de factores psicosociales concomitantes. Se debe investigar la presencia de factores que condicionen una astenia de origen fisiológico.
- La medicación del paciente. La revisión de los medicamentos, tanto prescritos como autoadministrados, es imprescindible.
- Abuso de sustancias. Indagar por el abuso de sustancias como las drogas o el alcohol, así como la exposición a tóxicos, en especial en el lugar de trabajo.
- Exploración física. Orientada a detectar signos físicos que sugieran una enfermedad orgánica asociada o signos de alarma de una enfermedad grave.
Un análisis de sangre es clave en el diagnóstico de buena parte de las enfermedades y unida al resto de los elementos de la evaluación clínica, contribuye a un mejor diagnóstico.
El médico de familia dispone de los medios suficientes para hacer un análisis de las principales causas y determinar un tratamiento eficaz.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Pistas para averiguar si tu cansancio es patológico [Internet]. Marca.com. 2021 [citado 5 de agosto de 2021]. Disponible en: https://cuidateplus.marca.com/bienestar/2019/11/20/pistas-averiguar-cansancio-patologico-171327.html
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