El trasplante de médula ósea, el cual busca reemplazar la médula dañada por una médula sana mediante las células madre de sangre de un donador sano, genera muchas confusiones a la hora de ser mencionado en cualquier entorno, debido a que se suele confundir con médula espinal, ubicada en la columna vertebral, lo cual resulta, además, en miedos y temores entre los pacientes y donadores. Sin embargo, la médula espinal se encuentra en el tuétano de los huesos, siendo desde allí desde donde se forma la sangre y todos sus componentes 1.
Este tratamiento, como en cualquier otro, se han registrado diferentes complicaciones, riesgos y malas prácticas que pueden resultar en peores condiciones para el paciente, posiblemente empeoradas por factores ajenos al procedimiento como, por ejemplo, la edad u otras enfermedades del sistema circulatorio. Es por esto que, desde finales de la década de los años 50, con sus primeros registros y resultados, se ha trabajado en mejorar y optimizar esta técnica mediante investigación y desarrollo tecnológico. Este hecho permite evidenciar la gran reducción que hubo en muertes durante el trasplante entre el 2003 – 2007 y 2013-2017 (alrededor de 40%) según datos de la revista ‘Annals of Internal Medicine 2.
Dentro de los esfuerzos realizados en esta área hay una problemática principal que ha permitido estos resultados, la mortalidad por recaída, que presenta una alta tasa dentro de las muertes relacionadas a este trasplante, que se ha tratado a partir de nuevos tratamientos descubiertos recientemente.
Por otro lado, una investigación reciente dio como fruto un pretratamiento que aumenta las probabilidades de éxito después de realizado el trasplante, evitando recaídas o rechazos a las células madre. Un equipo de la Universidad de California, desarrolló un tejido biomimético, haciendo el procedimiento más seguro para el paciente mediante la separación de las células propias y las células transfundidas evitando así la competencia entre estas, garantizando la supervivencia de la nueva médula 3. No obstante, este tratamiento genera efectos secundarios en algunos casos irreversibles, infertilidad, por ejemplo, es por esto que en desarrollos posteriores, se rediseñó la idea con un implante de hueso que le da a las células nuevas su propio espacio eliminando la necesidad de quitar células preexistentes del huésped.
En última instancia, se tienen estudios de efectos de ciertos fármacos inherentes al trasplante que afectan el endotelio que se centran en cómo el Defibrotide, en su papel de protector endotelial, interactúa con este, ayudando a comprender posibles mecanismos preventivos y terapéuticos ante esta problemática.
Es por todo este trabajo e investigaciones que se puede asegurar, como lo afirma la oncóloga Fred Hutc Brenda Sandmaier, directora de diversos estudios en el área, que 20 años de avances en el trasplante de médula ósea “Ahora que hemos reducido significativamente la mortalidad … En otros 10 años, (la tasa de recaída) debería disminuir y disminuirá”
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Historia del trasplante de médula ósea [Internet]. Fcarreras.org. [citado 26 de junio de 2021]. Disponible en: https://www.fcarreras.org/es/blog/historiadeltrasplante
- Europa Press. 20 años de avances en el trasplante de médula ósea. 2020 [citado 26 de junio de 2021]; Disponible en: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-20-anos-avances-trasplante-medula-osea-20200121072940.html
- Un equipo de ingenieros desarrolla el último avance en trasplante de médula [Internet]. Redaccionmedica.com. [citado 26 de junio de 2021]. Disponible en: https://www.redaccionmedica.com/secciones/ingenieria/un-equipo-de-ingenieros-desarrolla-el-ultimo-avance-en-trasplante-de-medula-9970
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