La telemedicina ha constituido una de las grandes armas para enfrentar la pandemia de Coronavirus en 2020. Ante el miedo o imposibilidad de asistir personalmente a centros de salud, los pacientes son atendidos a distancia por su médicos.
Esta medida disminuye en gran medida el riesgo de contagio por Covid-19, especialmente para pacientes mayores o con patologías que puedan agravar el Coronavirus. Así, los pacientes coordinan citas virtuales y realizan la consulta a través de una videollamada con su médico.
El uso de la telemedicina ha logrado excelentes resultados y una gran acogida, especialmente en países del primer mundo. Sin embargo, la democratización de este sistema aún enfrenta grandes retos, especialmente en países tercermundistas.
La mayoría de las dificultades para la ampliación de las consultas virtuales están relacionadas con el acceso a internet y velocidad de descarga.
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En este artículo te mostramos las principales dificultades que enfrentan las naciones para expandir el uso de la telemedicina:
Acceso universal a Internet:
Para que la telemedicina pueda implementarse, es necesario garantizar el acceso permanente a una conexión de calidad a la web. Sin embargo, muchos países de América Latina aún presentan serias dificultades al respecto, especialmente aquellos que tienen grandes extensiones de zonas rurales.
Se calcula que solo el 47% de los colombianos tiene acceso a Internet. En Ecuador el número es parecido; para el 2019, el INEC calculaba que el 45.5% de los ecuatorianos tenía acceso a la web permanente. En zonas rurales, este número cae hasta el 21.6%.
Los motivos de la falta de acceso a internet son varios. En primer lugar, está el tema del coste mensual del servicio. Aún en el 2020, muchas familias no pueden costear el pago mensual del servicio de internet, inclusive cuando ha bajado bastante su precio.
La infraestructura también es un factor. En zonas rurales de Ecuador, Colombia y Perú, es simplemente imposible la instalación de tendidos de fibra óptica para ofrecer el servicio. En estas zonas sólo es posible (por ahora) el uso de conexión satelital, pero esta es mucho más costosa.
Voluntad de los centros de salud:
Para que se pueda realmente democratizar el uso de la Telesalud, es necesario que los centros médicos privados e instituciones públicas faciliten el proceso. Para ello, debe cambiar el modelo de pensamiento de atracción de pacientes a las instalaciones.
En cambio, es necesaria la implementación de herramientas, programas y campañas de mercadeo que estimulen el uso de estos servicios, en lugar de la asistencia en persona.
Capacitación y sensibilización del personal:
La capacitación del personal de salud (médicos y enfermeras) es vital para la masificación de su uso. Todos los cambios están marcados por la resistencia, y aún es común ver a muchos profesionales de la salud que prefieren no usar este método.
Dentro de poco tiempo, la telemedicina se convertirá en una materia obligatoria en los planes de estudio de carreras relacionadas con la salud. Cuanto más se invierta en formación de profesionales capacitados, mejores resultados reportará el uso de la medicina virtual.
Hasta el momento, en Ecuador la Telemedicina no es parte del pensum regular de la carrera médica. Por otra parte, varias universidades del país están impulsando la implementación de programas de formación en la materia.
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