El consumo moderado de vino, puede ser beneficioso para la salud

Los beneficios del vino para la salud, deberá estar asociado al ‘consumo moderado y responsable’, es decir, aquel que resulta de beber diariamente la cantidad de vino suficiente, con objeto de aprovechar al máximo sus efectos beneficiosos, sin que resulte perjudicial para la salud.

El vino es la bebida hidroalcohólica obtenida a partir de la fermentación parcial o total de la uva fresca o de su zumo. Cuando se somete el vino a un proceso de ebullición, hasta la evaporación total del agua y del alcohol, se obtiene un residuo sólido llamado extracto seco del vino, cuya cantidad varía según las clases de vino, desde 15 g/l en los blancos, pasando por 30 g/l en los rosados, hasta alcanzar unos 45 g/l en los tintos.  Los principales componentes del vino son el agua, el alcohol y la fibra dietética saludable. Si bien estos son sus tres componentes principales, el vino tiene hasta otros 500 componentes, de los cuales se destacan los ácidos orgánicos: tartárico, cítrico, málico, láctico, succínico, acético. Glicerina. Azúcares: glucosa, fructosa, pentosa. En cantidad muy variable según que los vinos sean secos o dulces.  Componentes volátiles: acetato de etilo y otros esteres y acetaldehído.  Minerales: Sulfatos, cloruros, fosfatos, potasio, calcio, etc.  Sustancias nitrogenadas: amoniaco y proteínas. pectinas, gomas, vitaminas, sobre todo del grupo B.

La cantidad de alcohol que contiene es variable de unos vinos a otros; unos vinos tienen sólo unos 9° de alcohol, o menos, mientras otros alcanzan graduaciones alcohólicas de 13° y 15° o incluso superior. El vino favorece la digestión de los alimentos, todos los primeros bocados, si van acompañados de un sorbo de vino, su componente ácido, ayuda a que la pepsina trabaje en inmejorables condiciones para desdoblar las proteínas. El estómago está trabajando a gusto y ya presentimos que vamos a tener una buena digestión, pues ni siquiera los hidratos de carbono nos van a producir flatulencias ya que están desdoblados prácticamente.  Además, se sabe que los consumidores de 3 a 6 vasos de vino a la semana tienen una disminución del 11% del riesgo de infección por helicobacter pylori, agente microbiano que hoy se sabe que interviene activamente en la génesis de la gastritis, de la úlcera péptica y del cáncer gástrico.

Por su contenido en polifenoles, el vino tiene un efecto antirreumático y antialérgico, entre otras cosas, por su capacidad de captar y de neutralizar los radicales libres derivados del oxígeno. Así mismo, existen otras acciones beneficiosas como diurético, evitando la aparición de cálculos renales, o como suplementador de potasio o de complejos vitamínicos.  Al aumentar la dosis de vino hay una disminución del riesgo cardiovascular. Entre 100-200 ml diarios la protección es significativa, se pierde entre 250-300 ml y los efectos protectores son máximos entre 600 a 680 ml diarios1.

La Asociación Americana del Corazón (AHA), el resveratrol, un antioxidante en el vino tinto, puede reducir la presión arterial e incrementar los niveles de colesterol HDL (bueno).  En el 2006, los científicos informaron que los compuestos del vino tinto llamados procianidinas ayudan a mantener los vasos sanguíneos saludables.

Tomar vino con moderación trae ciertos beneficios, como mejorar la salud cardíaca, intestinal y cerebral. Esto se debe a que contiene compuestos con efectos antioxidantes, antiinflamatorios y para mejorar los niveles de lípidos 2.

REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

  1. Ortuño Pacheco, G. (2009). Salud y consumo moderado de vino. Enfermería Global.
  2. Leech, J. (6 de Enero de 2021). El vino tinto contiene poderosos antioxidantes y muchas fuentes indican que beberlo tiene beneficios médicos. ¿Qué dice la investigación? MEDICALNEWSTODAY, pág. Newsletter.