Reducir la presión arterial atenúa riesgo de demencia

A través de la recopilación de datos y su análisis, en diferentes estudios que no han sido diseñados específicamente para establecer la relación que existe entre la hipertensión y la esfera cognitiva, se ha logrado observar que, los pacientes hipertensos que han recibido un tratamiento eficiente tienen un porcentaje más bajo de incidencia de desarrollar demencia, en comparación con los pacientes que no reciben un tratamiento. Así pues, los especialistas defienden la hipótesis de que bajar la presión arterial brinda múltiples beneficios en la prevención de la demencia.

En la actualidad no existen tratamientos capaces de curar las enfermedades cerebrales degenerativas y los fármacos existentes sirven como tratamiento para enlentecer el curso progresivo de la enfermedad y ayudan a controlar parcialmente los signos de deterioro cognitivo, conductual y posiblemente funcional. Por lo que cualquier esfuerzo realizado para prevenir estas enfermedades, es de gran interés, dado que las formas más comunes de demencia afectan a los ancianos, donde un retraso en la aparición o empeoramiento del deterioro cognitivo, podría significar una reducción en la incidencia de la enfermedad (1)

Con la evolución de las técnicas diagnósticas de imagen, en particular la resonancia magnética cerebral, se ha logrado observar que la hipertensión produce lesiones isquémicas en las arteriolas de menor calibre que penetran en el interior del cerebro.

Las micro lesiones cerebrales no ocasionan ningún tipo de síntoma y, por lo tanto, no eran perceptibles hasta hace algunos años. Además, se ha observado que estas micro lesiones tienen relación directa en los procesos cognitivos y, debido a ello se pierden funciones del cerebro como la capacidad de atención, de cálculo mental, de razonamiento verbal y de pérdida de memoria, aunque, ésta es la última que se pierde.

Algunos estudios han demostrado que la presión sistólica y su variabilidad, está asociada a un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Determinando que la exposición continuada a niveles altos de presión arterial en la edad adulta temprana, se asocia a un deterioro cognitivo durante la mediana edad (2).

Por todo lo anterior se deduce que el mejor tratamiento para la hipertensión es la prevención, evitando así que aparezca la enfermedad. Para lo cual se deben mantener buenos hábitos de vida cardiosaludables: realizar ejercicio físico de manera regular, mantener una dieta cardiosaludable controlando especialmente el consumo de sal, controlar el peso, moderar el consumo de alcohol y no fumar, son las claves para controlar los niveles de presión arterial. También, en caso de ser un paciente hipertenso, es muy importante cumplir con el tratamiento farmacológico de manera estricta, para garantizar la reducción de la presión arterial.

• Viswanathan A, Rocca WA, Tzourio C. Vascular risk factors anddementia: how to move forward? Neurology. 2009;72:368—74.
• https://www.ahajournals.org/doi/pdf/10.1161/hypertensionaha.113.01819

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