El año de residencia médica puede ser una de las etapas más retadoras en el proceso de formación de un médico; se caracteriza por estar lleno de inseguridades, retos difíciles de superar y mucho cansancio.
El periodo de transición de estudiante de medicina a médico residente no es nada fácil, porque es el punto donde resulta necesario que cambies tu programación de estudiante a profesional de la medicina.
Ya el margen de error se está estrechando. Ahora comenzarás a probar tus conocimientos sobre pacientes reales y su salud. Por eso, es muy importante que te concentres, aprendas rápido y des lo mejor de ti en cada guardia.
Cualquier médico experimentado estaría de acuerdo con que resulta más fácil decirlo que hacerlo. Lo cierto es que el año de residencia médica está marcado por las dificultades y los retos. Aquí algunos de los más comunes:
Insatisfacción en algunos sectores de la rotación
El método de aprendizaje sobre la práctica de los médicos residentes se basa en un sistema de rotación por las diversas áreas de la atención hospitalaria.
Uno de los problemas más comunes que deben enfrentar los jóvenes médicos, es la sensación de insatisfacción durante algunas estaciones de su rotación. Esto puede tener que ver con la cantidad de participación activa en los procedimientos médicos, la conexión con el médico tutor, las instalaciones, horarios, tipo de procedimientos, etc.
Cuando esto sucede, resulta importante enfocar la atención de los estudiantes para evitar que esta insatisfacción vaya en detrimento de su vocación médica. Por el contrario, lo mejor es ayudarlos a entender que estos sentimientos pueden ser un gran indicador para encontrar el área de especialización que les apasiona.
Enfrentar la muerte de pacientes
La primera vez que presenciamos la muerte de un paciente, es un día muy duro. Este hecho se marca mucho más cuando se trata de la atención pediátrica.
El fuerte golpe psicológico y emocional que representa perder a un paciente, puede mover los propios cimientos de la vocación médica. No es fácil de superar, pero es necesario hacerlo.
Lamentablemente, los tutores pueden ser un poco indolentes con esta situación, cuando su papel debería ser el de guiar, aconsejar y hacer entender a los estudiantes que lidiar con la muerte de pacientes es parte de la rutina de cualquier médico.
Ser usados como mano de obra barata
Algunos servicios médicos no prestan la debida atención al proceso de aprendizaje, que es el fin último de las residencias médicas. En lugar de eso, utilizan la nómina de residentes como mano de obra económica. En muchas oportunidades, son puestos en posiciones de responsabilidad para las que aún no están preparados.
Problemas con los tutores
Es un reto típico. No todos los tutores en las diferentes áreas se mostrarán igual de atentos con los estudiantes. En muchos casos se presentan diferencias personales y prejuicios que suelen afectar negativa e injustamente las calificaciones de algunos internos.
Y, tú ¿Recuerdas cuál fue tu mayor reto durante el año de residencia?
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