- Dentro del gremio médico los pacientes suelen referirse a las doctoras no como su profesión lo índica, sino como “señoritas” o “muchachas.
- Las doctoras reportan que hay una desigualdad de género en su práctica diaria, en una proporción de más de cinco vecesm no sólo por parte de los pacientes.
- ¿Hay que quitar la idea que el doctor es el hombre y la enfermera es la mujer, o que el personal de mayor grado siempre será el hombre?
Seguramente lo has escuchado, dentro del gremio médico los pacientes suelen referirse a las doctoras no como su profesión lo índica, sino como “señoritas” “muchachas” o en el peor de los casos, piden que los atienda un hombre.
Lo cual, minimiza su labor dentro del campo médico.
Una usaria reportó lo anterior, evidenciando los diversos pronombres que los pacientes le asigan, de todo, menos los de su propio título médico; doctora.
@ferlealq Llamen a sus médicos por su nombre, o doctor@, medic@ 💘insta➡️@ferlealq #medicina #estudiantedemedicina #doctora #ferlealq ♬ That’s Not My Name – The Ting Tings
La situación en México
En el reporte de género en la práctica clínica: México 2021, podemos comenzar a notar que es un hecho y no “una exageración” que en comparación de los doctores, las doctoras reportan que hay una desigualdad de género en su práctica diaria, en una proporción de más de cinco veces. También, gracias a este reporte, comprobamos lo que se viene escuchando constantemente: la unión entre las mujeres del gremio es cada vez más fuerte (y para bien), buscando el apoyo entre iguales.
De hecho, de todos los médicos de México el 57 por ciento es femenino y, sin embargo, dos terceras partes de los puestos pagados en el rubro son acaparados por hombres, mientras que ellas ganan, en promedio, un 30 por ciento menos.
La cultura hospitalaria tiene que cambiar, y esto se va a lograr cuando todas hagamos equipo, comenzando con algo que puede parecer simple, pero no lo es: el lenguaje.
Soy doctora, no señorita: la iniciativa para poner un alto a la ignorancia
La Dra. Ana Cecilia Jara, especialista en genética y actualmente terminando su alta especialidad, creó la iniciativa Soy doctora, no señorita, manifestando:
“Este movimiento surge de experiencias que pensaba que eran solo mías, pero descubrí que las vivimos todas. Queremos que doctoras, ingenieras, abogadas, arquitectas, contadoras, diputadas… sean vistas a partir de sus capacidades”.
¿Qué se busca con esta iniciativa?
Comenzar a cambiar el lenguaje, evitar aceptar el “no se puede hacer nada porque así son las cosas”, comenzar por el cambio dentro del gremio: corregir a los doctores que acusan a las mujeres de tener una menor capacidad o de que deberían desertar la profesión porque “tienen que ser madres” o elegir una “especialidad para mujeres”.
Asimismo, se busca cambiar el lenguaje fuera del gremio, con los pacientes; ¿cuántas veces hemos escuchado:
“Señorita, ¿ya viene el doctor?” o la referencia a nuestras colegas como “muchacha”? Es pertinente aclarar que aquí no se busca que se humille al paciente por su forma de expresarse. Sino que se intenta empoderar (tanto a las doctoras como a los doctores) para que eduquemos al paciente en la percepción que se tiene del rol femenino dentro de la medicina.
Es decir, simplificándolo: quitar la idea que el doctor es el hombre y la enfermera es la mujer, o que el personal de mayor grado siempre será el hombre.