Con el pasar de los años se han logrado importantes avances dentro de la Medicina. Uno de los más importantes es el relacionado con la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y por eso hoy se anunciaron nuevas directrices para su aplicación. Por eso es fundamental que conozcas los cambios propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su implicación con esta enfermedad y también con otras para las que también protege.
La reunión del 4 al 7 de abril del Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) de la OMS evaluó la evidencia que ha ido surgiendo en los últimos años. En especial la referente con que una dosis única brinda una eficacia comparable a los regímenes de dos o tres dosis.
Conocido a menudo como el ‘asesino silencioso’ y prevenible casi en su totalidad, el cáncer de cuello uterino es una enfermedad de inequidad en el acceso. La nueva recomendación del SAGE se basa en las preocupaciones sobre la lenta introducción de la vacuna contra el VPH en los programas de inmunización y la baja cobertura general de la población, especialmente en los países más pobres.
Nuevas indicaciones que se deben seguir
Más del 95 por ciento de casos de cáncer de cuello uterino es causado por el VPH de transmisión sexual. Es el cuarto tipo de tumor más común entre las mujeres en todo el mundo, y el 90 por ciento de estas mujeres viven en países de ingresos bajos y medianos.
“La vacuna contra el VPH es altamente efectiva para la prevención de los serotipos 16 y 18 del VPH, que causan el 70 por ciento del cáncer de cuello uterino”, dijo el Dr. Alejandro Cravioto, presidente de SAGE.
A partir de todo lo anterior, el grupo de la OMS estableció nuevas directrices para la aplicación de la vacuna contra el VPH y se trata de las siguientes.
- Programa de una o dos dosis para el objetivo principal de las niñas de 9 a 14 años.
- Calendario de una o dos dosis para mujeres jóvenes de 15 a 20 años.
- Dos dosis con un intervalo de 6 meses para mujeres mayores de 21 años.
Por otra parte, las personas inmunocomprometidas, incluidas aquellas con VIH, deben recibir tres dosis si es factible, y si no, al menos dos dosis. Existe evidencia limitada con respecto a la eficacia de una dosis única en este grupo.
Las recomendaciones de la OMS se actualizarán luego de consultas adicionales entre las partes interesadas.
La Subdirectora General de la OMS, la Dra. Princess Nothemba Simelela, comentó: “Creo firmemente que la eliminación del cáncer de cuello uterino es posible. En 2020, se lanzó la Iniciativa de eliminación del cáncer de cuello uterino para abordar varios desafíos, incluida la inequidad en el acceso a las vacunas. Esta recomendación de dosis única tiene el potencial de llevarnos más rápido a nuestra meta de que el 90 por ciento de las niñas estén vacunadas antes de los 15 años para 2030”.
Avance en la cobertura de inmunización mundial
A nivel mundial, la aceptación de la vacuna que salva vidas ha sido lenta y la cobertura en los países es mucho menor que el objetivo del 90 por ciento. En consecuencia, en 2020 la cobertura global con 2 dosis el 13 por ciento. Varios factores han influido en la aceptación lenta y la baja cobertura de las vacunas contra el VPH, incluidos los desafíos de suministro, así como los desafíos programáticos y los costos relacionados con la entrega de un régimen de dos a las niñas mayores que normalmente no forman parte de los programas de vacunación infantil. A esto se ha sumado el costo relativamente alto de las vacunas contra el VPH, particularmente para los países de ingresos medios.
“Necesitamos un compromiso político complementado con vías equitativas para el acceso a la vacuna contra el VPH. No hacerlo es una injusticia para la generación de niñas y mujeres jóvenes que pueden estar en riesgo de cáncer de cuello uterino”.
La opción de una sola dosis de la vacuna es menos costosa, requiere menos recursos y es más fácil de administrar. Facilita la implementación de campañas de actualización para múltiples grupos de edad, reduce el enlace de desafíos para rastrear a las niñas para su segunda dosis y permite que los recursos financieros y humanos se redirijan a otras prioridades de salud.