La alimentación es una parte fundamental en la vida de cualquier persona. Ofrece todo lo que el cuerpo necesita para contar con energía y poder realizar las actividades cotidianas. El problema empieza cuando la dieta no es adecuada o con porciones inferiores o superiores a las indicadas. Con esto en mente, en especial el consumo excesivo de sal puede desencadenar diversas enfermedades y padecimientos. Por eso es fundamental que prevalezca un correcto control.
Todos los riesgos que provoca
Al respecto, la especialista en Medicina Interna del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, Joana Balderas Juárez, abundó en esta situación. Consumir sodio o sal en exceso, es decir, más de cinco gramos por día, puede provocar retención de líquidos e incremento de peso. Esto obliga a hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles normales, con el consecuente riesgo de alteraciones en su función y problemas gastrointestinales.
Aclaró que el consumo de sal en cantidades adecuadas contribuye al buen desempeño de los músculos, corazón y riñón. También ayuda al cerebro a controlar impulsos nerviosos, función celular y mantiene el PH de la sangre en equilibrio.
Por su parte, el alto consumo de sal en la dieta diaria es uno de los factores de riesgo más importantes relacionados a enfermedades como la hipertensión arterial, segunda causa de consulta externa y novena de muerte en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).
También tiene que ver con la cardiopatía y el accidente cerebrovascular, que en México ocasiona cerca de 170 mil infartos cerebrales al año,.
Para reducir el riesgo de enfermar es necesaria la alimentación saludable y evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, congelados y enlatados, con exceso de sal y grasas. Aunque en apariencia son dulces, el sabor disfraza otra sustancia que contiene exceso de sal, como los refrescos light, jugos y verduras congeladas.
Balderas Juárez advirtió que aproximadamente la mitad de la sal que consumen las personas se encuentra en productos en los que no se percibe. Por ello, hizo un llamado a leer con atención los empaques y la información nutrimental, en especial el etiquetado frontal.
La cantidad adecuada de sal que se debe consumir
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), refieren que 75 por ciento de la población global consume el doble de la cantidad ideal de sal o sodio, la cual no debe superar los cinco gramos, equivalente a una cuchara cafetera. Las personas que padecen alguna enfermedad crónico degenerativa solo deben consumir la mitad de la dosis recomendada.
Sugirió evitar el consumo de papas fritas y otros productos similares. También usar condimentos sin sal, sustituirla por hierbas, especias y otros saborizantes. De igual forma, disminuir la cantidad en los alimentos que se preparan en casa y quitar el salero de la mesa.
Joana Balderas destacó la importancia de hacer conciencia de la necesidad de una dieta equilibrada baja en sal y grasas, que incluya frutas, vegetales, granos integrales, carnes magras y agua simple.
En este caso, el papel que desempeñan los profesionales de la salud es fundamental. En especial los integrantes del primer nivel de atención deben promover hábitos saludables y enseñar a los pacientes a interpretar el etiquetado de los alimentos; sobre todo si padecen hipertensión arterial, enfermedad renal, diabetes o tiene problemas para orinar, entre otros. También conviene alertar sobre las distintas enfermedades que genera el consumo en exceso de sal.
Todo esto viene a colación por la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal. Se conmemora cada año del 14 al 20 de marzo con el objetivo de que la población consuma sal en cantidades adecuadas. En ese sentido, el problema no es que se agregue este producto a los alimentos sino las cantidades. Por lo mismo es importante mantener un control en todo momento.