La violencia obstétrica es el abuso físico, sexual y/o verbal, el acoso, la coerción, la humillación y/o la agresión que se produce a el trabajo de parto y el parto de personas por parte del personal médico, incluidas enfermeras, médicos y parteras.
En México, la violencia obstétrica ocurre en un amplio espectro
La violencia obstétrica es cualquier momento en que una persona en trabajo de parto o alumbramiento sufre maltrato.
En resumen, la violencia obstétrica es cualquier momento en que una persona en trabajo de parto o alumbramiento sufre maltrato o falta de respeto a sus derechos. Incluida la obligación de someterse a procedimientos en contra de su voluntad, por parte del personal médico.
La violencia obstétrica ocurre en un amplio espectro e incluye lo siguiente:
- Exámenes vaginales sin consentimiento
- Cirugía por cesárea forzada
- Fuerza física para evitar el parto mientras espera la llegada del médico.
- Contención física durante el parto
- Comentarios sexuales o agresión sexual durante exámenes o procedimientos
- Intimidación en procedimientos, como inducción, episiotomía o cesárea, sin motivo médico
- No obtener el consentimiento
- Ser tratado / hablado de manera irrespetuosa y / o sin tener en cuenta la autonomía
En México 1 de cada 3 mujeres sufre maltrato en el parto
Por otro lado, según un artículo hecho por Animal Político, el 33.4% de mujeres en México sufrieron algún maltrato al ser atendidas durante el parto, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del INEGI (2016).
Esto se define como violencia obstétrica, que de acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE). “Es una forma específica de violencia contra las mujeres y otras personas con capacidad de gestar que constituye una violación a los derechos humanos”.
Esta puede darse en servicios de salud públicos y privados, y “consiste en cualquier daño u omisión que cause un daño físico o psicológico durante el embarazo, parto y puerperio”.
Pero no solo se incluyen las ofensas u omisiones en el proceso de nacimiento de un infante, sino en lo que sucede después.
Hay mujeres a las que presionaron para aceptar algún método anticonceptivo, temporal o permanente (9.2%). De acuerdo con el ENDIREH, al 4.2 % le colocaron alguno o la esterilizaron sin previo consentimiento.
Las cesáreas innecesarias también son violencia
La Declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre tasas de cesárea señala que “la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el 10% y el 15%”.
En México, 46.1% de los nacimientos se realizan a través de cesáreas programadas o de emergencia, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018. Nivel superior al recomendado por la OMS, y cuyo porcentaje incluso aumentó durante los primeros meses de la pandemia COVID.
Otro dato preocupante es el que arrojó la ENDIREH 2016: de que 1 de cada 10 mujeres a la que se le hizo una cesárea no se le informó la razón, ni le pidieron su permiso.
La misma OMS explica que ese procedimiento, cuando está justificado desde el punto de vista médico, es eficaz para prevenir problemas de salud e incluso la muerte en la madre y el bebé. Sin embargo, hay casos en que es innecesario, y hay consecuencias negativas para la salud maternoinfantil.
Verónica Esparza, coordinadora de investigación de GIRE, explicó a Animal Político que sería importante establecer protocolos que permitan distinguir en qué situaciones se puede justificar realizar las cesáreas, para con ello disminuir los casos en los que se practica.
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