La actual emergencia sanitaria ha dejado millones de personas que se han infectado y superado la enfermedad. En primera instancia es algo favorable aunque también se debe considerar que no todos recuperan su antiguo estilo de vida al instante. En varios casos desarrollan secuelas de diversa duración y magnitud. Pero ahora se ha planteado que existe una relación entre la alopecia y la Covid-19.
Desde finales de 2019, la salud y el bienestar público a nivel mundial se han visto enormemente desafiados debido al Coronavirus (COVID-19), ha aumentado la incidencia de trastornos relacionados con la salud, así como los de índole dermatológicos severos, incluida la alopecia difusa, es decir, la caída del cabello en cantidades mayores a lo habitual.
¿A qué se debe?
En el estudio llamado “La COVID-19 puede exacerbar la alopecia de patrón y desencadenar efluvio telógeno” del Journal of Open Access Dermatology Research and Therapy realizado por expertos de nuestro país e internacionales en materia de tricología hablan de la relación del COVID-19 y la incidencia de Efluvio Telógeno, en él, se revela una incidencia incrementada de alopecia de patrón y efluvio telógeno, afección causada generalmente por una alteración en el ciclo de crecimiento del cabello y que provoca una disminución general del volumen de cabello en los pacientes con COVID-19.
De hecho, el estrés psicológico, la inflamación sistémica y el estrés oxidativo, podrían ser un conjunto de causas potenciales de la caída de cabello.
La doctora Nelly Espinoza, Dermatóloga del Centro de Dermatología de Monterrey, con Master en Tricología y miembro del World Hair Council, es colaboradora del estudio mencionado y explicó, “la inflamación y las hormonas del estrés afectan de manera negativa el metabolismo normal de los proteoglicanos, de los cuales se sabe que son reguladores del ciclo de crecimiento del cabello. Para el crecimiento normal del cabello se requiere la presencia de proteoglicanos alrededor del folículo piloso (o raíz) para lograr un crecimiento de cabello óptimo.”
En el estudio realizado, también se discutió la asociación entre COVID-19 y la alopecia difusa, y se explicó la posición de los proteoglicanos sistémicos en el tratamiento integral de la pérdida de la función normal de los folículos pilosos en COVID-19.
En conclusión, los Proteoglicanos sistémicos pueden considerarse un suplemento seguro, natural y sin efectos adversos para prevenir y tratar la Alopecia de Patrón y el Efluvio Telógeno en relación con COVID-19.
Ahora bien, la alopecia de patrón parece ser una secuela importante de la COVID-19. Se realizó un estudio longitudinal a gran escala en 538 supervivientes a COVID-19 y 184 controles en Wuhan, China, para investigar la prevalencia y los predictores de las secuelas clínicas de la COVID-19. De tres a cuatro meses posteriores al alta médica, la alopecia en distintas proporciones, estuvo entre las quejas más prevalentes en los pacientes convalecientes por COVID-19, y las mujeres la reportaron con mayor frecuencia.
Afortunadamente, los efectos de esta pérdida de cabello pueden corregirse. Así lo indica la doctora Nelly Espinoza, “para ello, es importante establecer un diagnóstico correcto y una estrategia para su tratamiento y cambiar el ciclo de crecimiento del cabello”.
Los tratamientos integrales y supervisados bajo un especialista en dermatología y tricología siempre estarán enfocados en identificar el factor que lo provoca y reestablecer el ciclo normal de cabello, el cabello por sí solo es el accesorio más valioso que tenemos, y es por ello la importancia de cuidarlo y ponerlo en manos de los expertos para tratar la caída exagerada del cabello de forma eficaz y segura.