La actual emergencia sanitaria se mantiene activa aunque ya se observan signos de mejoría en gran parte del mundo. Por lo mismo, es momento de analizar lo ocurrido durante los últimos dos años para estar mejor preparados ante futuras pandemias. Pero aunque en este caso el daño ha sido en todo el mundo, algunas regiones se vieron más afectadas. En especial el continente americano mantiene una alta mortalidad por Covid-19 y es momento de conocer los principales motivos.
En torno a este punto, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, mencionó los principales motivos. Dentro de las causas están la complacencia en torno al uso de mascarillas, los viajes y las reuniones en lugares cerrados. La combinación de todo lo anterior permitió una rápida expansión del virus y las consecuencias permanecen hasta nuestros días.
“Las medidas reducidas de salud pública fueron insuficientes para reducir la escala de esta ola. Y ahora nos enfrentamos a las consecuencias: un aumento de las infecciones que está provocando un incremento de las muertes”.
Bajan los contagios pero se mantienen los decesos
Con respecto a los contagios el panorama es alentador en toda la región. Las infecciones se redujeron 31% en comparación con la semana anterior. El problema es que la alta mortalidad por Covid-19 sigue en aumento y durante los últimos siete días se incrementó 5.6%.
“Sin duda la Variante Ómicron nos ha sobrepasado. Cada vez que las infecciones se disparan hay un alto costo para nuestras familias y comunidades, con picos de casos seguidos de picos de muertes tres semanas después”.
Etienne sostuvo que “la COVID-19 es una enfermedad prevenible, pero “ahora mismo estamos perdiendo demasiadas vidas”. También señaló que, “cuando llegó ómicron, no utilizamos todas las herramientas disponibles para frenar la propagación y prevenir las infecciones”.
Más de la mitad de las muertes en la última oleada se produjeron en personas mayores de 65 años, pero muchas otras fueron entre quienes aún no habían recibido la vacuna contra la Covid-19. Los no vacunados de todas las edades siguen llenando los hospitales y las camas de las unidades de cuidados intensivos.
“Ómicron ha demostrado que las vacunas que tenemos a mano pueden proteger a la mayoría de nosotros de la enfermedad grave y la muerte”.
Para asegurar un acceso más equitativo a las vacunas, la OPS ya ha entregado 100 millones de dosis a 33 países de América Latina y el Caribe, gracias al trabajo de su Fondo Rotatorio en coordinación con COVAX.
La directora de la OPS agradeció a los donantes por haber contribuido con el 30% del hito de los cien millones de dosis e instó a los países a “concentrarse en cerrar las brechas críticas en la cobertura de vacunación”, para asegurar que al menos 20 millones más de personas estén completamente vacunadas, en particular los grupos de alto riesgo.
La doctora Etienne destacó que los países deben estar atentos para aplicar rápidamente medidas de salud pública. También deben ajustar los sistemas hospitalarios para responder a nuevos brotes y asegurar que los trabajadores de salud tienen las herramientas necesarias para atender en forma segura a los pacientes con COVID-19.
Resultado la pandemia en América
Con hasta 202 personas que mueren cada hora en la región debido a esta última ola, “la inacción no es una opción”, aseveró la directora de la OPS.
En cuanto a la situación de la COVID-19 en la región, los países de las Américas notificaron 3,3 millones de casos nuevos y más de 34.000 muertes relacionadas con la COVID-19 en la última semana.
En América del Norte, Estados Unidos registró 17.000 muertes, el número mayor de esa subregión.
Los países de Centroamérica y del Caribe informaron un aumento de las muertes por COVID-19, así como un incremento de las hospitalizaciones, que alcanzó el 19% en algunos países y territorios del Caribe oriental.
En América del Sur, las muertes por COVID-19 en Brasil alcanzaron las cifras más altas hasta el momento, estableciendo un récord para esta ola.