Durante los últimos días se ha dado a conocer una polémica en nuestro país por el uso de fármacos no avalados contra la Covid-19 que se han utilizado en personas infectadas. El problema está bastante lejos de terminar e incluso cada vez hay nuevos datos sobre el tema. Al principio se hizo hincapié en una opción que se utilizó pero parece que no fue la única. De hecho son más las que se han utilizado y en parte los médicos son los responsables.
Lo que desató el problema
En ese sentido, el caso más conocido es el del antiparasitario Ivermectina. Una investigación dio a conocer que la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) destinó 29 millones de pesos para la compra del medicamento. Además se documentó que se utilizó en pacientes infectados a manera de experimento para verificar su funcionamiento.
Lo anterior es bastante grave si se considera que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) han publicado boletines en los que indican que jamás se debe de emplear.
De hecho, apenas el día de ayer Saul Caballero, uno de los coautores del estudio mexicano, reconoció su error. Aunque a la fecha la Secretaría de Salud (SSa) mantiene su postura y afirma que no se trató de un experimento.
Otros fármacos que jamás se deben de emplear
Ahora bien, la lista de fármacos no avalados contra la Covid-19 que se han utilizado en México es más amplia. En una entrevista publicada en el periódico La Razón, el infectólogo Alejandro Macías dijo que al menos son cuatro y son los siguientes:
- Ivermectina.
- Azitromicina.
- Hidroxicloroquina.
- Fluorocloroquina.
Todos los que menciona aparecen como opciones que jamás se deben usar en pacientes con esta nueva enfermedad según la Guía Clínica para el tratamiento de la Covid-19 en México publicada por la SSa.
En palabras del especialista, tanto médicos públicos como privados han caído en este error. Señala que la falta de actualización provoca que algunos doctores receten y recomienden este tipo de alternativas que no generan beneficios. De hecho, existe el riesgo latente de desarrollar complicaciones si se utilizan.
De igual forma, Macías agregó que durante los primeros meses de la pandemia fue común que se “experimentara” con distintas alternativas farmacológicas porque había muy poco conocimiento disponible. Por lo mismo, se recurrió a distintas opciones para ver si ofrecían resultados favorables.
El problema es que en la actualidad ya existen estudios disponibles que demuestran las opciones que sí funcionan y las que no. Con esto en mente, lo más grave es observar la existencia de fármacos no avalados contra la Covid-19 que son recomendados por los médicos.
Por todo lo mencionado, la mayor recomendación es siempre actuar conforme a lo indicado por las guías médicas. Además es necesario conocer los estudios más recientes para actualizar los conocimientos. De esta manera no solo se ayuda a los pacientes sino que se evitan conflictos legales como sufrir una demanda por negligencia.