Tu papel como médico va más allá de revisar pacientes y emitir recetas. Debido a tu profesión y conocimientos también puedes ofrecer aclarar dudas sobre temas relacionados con la salud pero que tal vez no tienen relación con la consulta principal. En especial en estos tiempos en los que proliferan las fake news tú puedes ayudar para dar información veraz. Por lo mismo te compartimos algunos mitos sobre la Vitamina D que debes aclarar en las personas que visitan tu consultorio.
Desde hace décadas ha mostrado su importancia en la salud ósea aunque en la actualidad existe la suficiente evidencia para ayudar que también funciona para prevenir otras enfermedades no relacionadas con los huesos. A pesar de lo anterior, todavía se desconocen todos sus beneficios y hay mucha desinformación alrededor de ella.
Por otra parte, en estos tiempos su importancia es todavía mayor. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha demostrado ser de importancia para que el organismo brinde adecuada respuesta inmunológica contra enfermedades respiratorias. La lista incluye a la influenza y también se ha señalado que es un factor de protección ante la Covid-19. Por eso a continuación te compartimos los principales mitos sobre la vitamina D.
MITO: LA VITAMINA D SÓLO ES IMPORTANTE PARA LA SALUD DE LOS HUESOS
Realidad: Si bien, la función principal de la vitamina D es lograr que el calcio se adhiera correctamente a los huesos y dientes, no es la única. Existe evidencia que confirma que tiene un papel importante en la prevención de diversos padecimientos como: esclerosis múltiple, enfermedades autoinmunes, hipertensión, ataques al corazón, diabetes mellitus, enfermedades neuronales, psoriasis, asma y algunos cánceres, entre otros.
MITO: LA ALIMENTACIÓN ES CLAVE PARA TENER NIVELES ADECUADOS DE VITAMINA D
Realidad: Los alimentos sólo constituyen el 10% del aporte de vitamina D porque la fuente más importante se obtiene cuando el cuerpo la produce mediante la exposición al sol.
Aunque para llegar a niveles adecuados de vitamina D se requiere tomar el sol todos los días, por lo menos 20 minutos entre las 10:00 y las 15:00 horas. Lo cual dado el estilo de vida actual y que por la contingencia hemos permanecido más tiempo encerrados no es posible.
Por tanto, “es fundamental acudir al médico para conocer nuestros niveles y en caso necesario suplementarse, pues seguramente la mayoría tendremos niveles inadecuados de esta vitamina”, comentó el Dr. Jorge Yamamoto, médico endocrinólogo del Hospital San Ángel Inn.
MITO: LA DEFICIENCIA DE VITAMINA D SÓLO SE PRESENTA EN PERSONAS ADULTAS O MAYORES DE 60 AÑOS
Realidad: Estudios recientes han mostrado altas prevalencias (de 25 a 90%) de deficiencia e insuficiencia de vitamina D (niveles séricos de 25-OH-D <75 nmol/L) en niños, mujeres embarazadas y lactantes, adultos jóvenes y adultos mayores, no solamente en latitudes lejanas al ecuador, sino incluso, en lugares soleados como la Ciudad de México, California, Arizona, Florida, sur de Italia, India y países árabes.
Lo anterior, probablemente se deba a la resistencia por tomar el sol de manera voluntaria (mediante el uso de ropa o bloqueadores solares), además del bajo consumo de alimentos y/o suplementos ricos en vitamina D.
“La deficiencia de vitamina D debe tratarse con un médico especializado, quién deberá a través de análisis clínicos (examen 25-hidroxivitamina D) determinar el grado de deficiencia y recomendar las opciones farmacológicas más adecuadas, como el colecalciferol en monodosis, que ayuda a alcanzar los niveles óptimos de VD entre cinco y siete días, evitando la toma diaria”, comentó el Dr. Yamamoto.