Los tumores han existido desde hace miles de años pero en décadas recientes es cuando han aumentado de forma exponencial en incidencia. A la fecha provocan entre nueve y 10 millones de muertes anuales aunque la tendencia se mantiene en aumento. El mayor problema se genera cuando se identifican en etapas avanzadas porque disminuye la probabilidad de salvación del paciente. Por eso, uno de los principales objetivos que se impulsan es la detección oportuna del cáncer.
De acuerdo con la Unión para el Control Internacional del Cáncer (UICC), se podrían salvar hasta tres millones de vidas al año con estrategias de prevención, detección temprana y tratamientos adecuados. En los últimos años, el avance de la investigación científica ha logrado que, en muchos casos, las neoplasias puedan ser tratables y curables si se detectan desde sus primeros síntomas.
Un estudio publicado por la revista The Lancet titulado Clinical impact of COVID-19 on patients with cancer (CCC19) reveló que el 13% de los pacientes habían fallecido dentro de los 30 días que se les diagnosticó con COVID-19, es decir, la mortalidad durante este tiempo fue alta y se asoció con distintos factores de riesgo exclusivos de los pacientes con cáncer.
Por otro lado, de acuerdo a la consultoría especializada IQVIA Primary Intelligence, los oncólogos refieren una disminución de por lo menos la mitad (47%) de su consulta con sus pacientes desde el inicio de la contingencia por COVID-19.
El papel de la detección oportuna
‘’A nivel mundial, 10 millones de personas fallecen cada año a causa del cáncer. En ese contexto, es importante mencionar que el impacto del tiempo transcurrido desde el diagnóstico hasta el inicio del tratamiento (TTI time-to-treatment initiation), es crucial para asignar recursos de manera eficiente, especialmente cuando surgen limitaciones no previstas, esto lo confirma JAMA Network Open. Asimismo, es necesario estar informado sobre estos elementos para tener un diagnóstico oportuno y mantener chequeos periódicos y visitas al especialista en caso de presentar malestar físico’’, mencionó el Dr. Francisco Olguín Sánchez, Director Médico para el portafolio de Oncología en Pfizer México.
En ese sentido, una reciente propuesta del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) es elaborar guías dirigidas a los médicos de primer contacto. El objetivo es ofrecer información clara y precisa para identificar signos y síntomas de posibles tumores en pacientes pediátricos. Con esto se busca conseguir una detección oportuna del cáncer para canalizar de inmediato con un especialista.
De igual forma, se busca reforzar las campañas de comunicación para invitar a la población para que acuda de manera periódica a revisiones médicas. De esta forma sería posible identificar los casos desde sus primeras manifestaciones para ser atendidos de inmediato y evitar su evolución a fases más avanzadas.