Uno de los eventos que marcaron al Siglo XX fue la Segunda Guerra Mundial. Se estima que al menos 50 millones de personas fallecieron de forma directa por el conflicto armado. Mientras que los daños indirectos son incalculables. Por eso, a partir de su conclusión se han llevado a cabo diversos estudios de interés. Uno de los más llamativos es el pronóstico acerca del final del mundo según la ciencia.
Con esto en mente, en 1947 la Universidad de Chicago elaboró el Doomsday Clock, también llamado Reloj del Juicio Final. A través de una analogía representa el tiempo para la siguiente catástrofe que termine con la humanidad. Originalmente solo se enfocaba en la amenaza de una guerra nuclear global. Aunque desde hace algunos años también incluye otros aspectos como el cambio climático y las afectaciones por la tecnología creada por el hombre.
Evolución con el paso del tiempo
Cuando el proyecto empezó se puso en marcha a los siete minutos para la medianoche. Con base en los encargados, cuando llegue ese punto será demasiado tarde y el mundo será destruido. Esta evaluación fue impulsada principalmente por “la perspectiva de que Estados Unidos y la Unión Soviética se dirigían a una carrera de armamentos nucleares”.
En cambio, para 1953 se redujo a solo dos minutos, y la publicación proclamaba, de manera un tanto dramática: “Las manecillas del reloj de la perdición se han movido nuevamente”. La metáfora busca advertir sobre el final del mundo según la ciencia.
Uno de los momentos más favorables llegó en 1972 cuando el panorama mundial mejoró. En ese momento el reloj se colocó a 12 minutos por una aparente solución entre el conflicto de Estados Unidos y la Unión Soviética. Aunque en realidad en el resto del mundo siempre han existido guerras y ataques de diversos tipos. En ese entonces el Bulletin of the Atomic Scientists de la Universidad de Chicago afirmó lo siguiente:
“Los principales actores nucleares están en la cúspide de un nuevo carrera armamentista, una que será muy costosa y aumentará la probabilidad de accidentes y percepciones erróneas. En todo el mundo, las armas nucleares están a punto de volverse más utilizables en lugar de menos debido a las inversiones de las naciones en sus arsenales nucleares”.
Pero la visión optimista duró muy poco. Desde entonces la situación mundial se ha vuelto más grave. En el 2002 el Doomsday Clock marcaba siete minutos para el final de la humanidad. En ese momento la crisis de mayor preocupación fue provocada por los ataques terroristas que sufrió Estados Unidos un año antes.
¿En dónde nos encontramos en este momento?
Por su parte, este 2022 empezó con una grave noticia porque ahora el final del mundo según la ciencia está a solo 100 segundos. El razonamiento principal, sin entrar en el papel del cambio climático, es que las relaciones de Estados Unidos con Rusia y China siguen siendo tensas. Además se agregan las continuas pruebas de armas nucleares por parte de otras naciones como Corea del Norte. Al final, todo genera un ambiente de preocupación que afecta a toda la población mundial.