La Organización Mundial de la Salud (OMS) está preocupada porque el cansancio de los dos años de pandemia que llevamos, haga que se relajen los controles antes de hora ante la variante Ómicron. En la actualidad, los contagios están más disparados que nunca y el año 2022 empezó con más de 15 millones de nuevos enfermos de COVID19 en todo el mundo.
Tal y como expresó el doctor Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS, “este ha sido el mayor número de casos notificados en una sola semana. Y sabemos que están subestimados, hay más”.
Cuanto mayor sea el número de contagios por Ómicron, más posibilidades hay de que el coronavirus siga mutando
En este contexto, la OMS ha querido recordar que cuanto mayor sea el número de contagios, más posibilidades hay de que el coronavirus siga mutando y aparezcan nuevos riesgos. “Ómicron, probablemente, no será la última variante de la COVID”, ha advertido el doctor Bruce Aylward, asesor senior de la organización. A esto ha añadido que “cuanto más circule el virus, más posibilidades hay de que surja una variante más mortal”.
Parece que la gran cantidad de casos de Ómicron que cursan con enfermedad leve ha sido la señal que se esperaba para bajar los brazos ante la pandemia. “Aunque cause una enfermedad menos grave que la variante Delta, sigue siendo un virus peligros”, ha insistido el director de la OMS.
El doctor Aylward ha insistido en el poder de contagio que tiene Ómicron y la gran crecida de casos. Este experto ha dicho que “en los treinta años que llevo tratando con enfermedades infecciosas nunca había visto nada igual”. Además, ha resaltado que “la curva de la epidemia es asombrosa y hay que hacer todo lo posible para frenar los contagios”. No hacerlo sería entrar en un terreno de incertidumbres que puede ser muy peligroso. La COVID no es una gripe, no se está comportando como una gripe y no sabes hacia dónde irá.
La OMS, por su parte, ha rechazado que estemos ya ante una endemia. “El coronavirus se hará endémico, no hay duda de ello pero no estamos en ese punto aún”, ha puntualizado la epidemióloga Maria van Kerkhove. “No lo es en un país mientras en el resto del mundo sigue habiendo una pandemia”, ha insistido la especialista de la OMS. “Los problemas sanitarios no funcionan así”, ha expresado.
Con una visión global de la situación, la OMS ha recordado que Ómicron ha aparecido en una zona del sur de África, con muy bajo nivel de vacunación y esto es algo que podría volverse a repetir.
Uno de los colectivos de mayor riesgo es el de los inmunodeprimidos
Por otra parte, uno de los colectivos que supone un mayor riesgo en pandemia es el de los inmunodeprimidos. Las personas en tratamiento por cáncer, los que esperan un transplante o los que acaban de recibir un órgano, los que están en tratamiento de hemodiálisis, en tratamiento de VIH y personas con síndrome de Down.
Además de estar en el grupo de riesgo de sufrir una COVID más grave, una consecuencia es que el virus se queda más tiempo en su cuerpo y tener mayores opciones de replicarse y mutar más. Incluso se sospecha que pudo ser una persona en tratamiento inmunosupresor donde se generó la variante Ómicron. Por eso, en este colectivo, ya se está priorizando la vacuna, incluso la cuarta dosis en los países donde la vacunación está más avanzada.
La OMS no pone trabas a esta estrategia de vacunación. Sí pide, por su parte, que se repartan vacunas a otros países antes de generalizar el uso de terceras o cuartas dosis entre la población de las naciones ricas.