Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. Aunque parece un pequeño problema de salud en realidad es todo lo contrario. Se trata de una enfermedad compleja, crónica y recurrente que afecta a más de 280 millones de personas a nivel global. Además se ha incrementado desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Pero lo más importante es que a pesar de la existencia de tratamientos hay pacientes que son resistente a los fármacos.
Panorama global actual
De acuerdo con la Asociación Psicoanalítica Mexicana, desde el año 2020 la depresión es la principal enfermedad mental en el país. En tanto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en América Latina el 5% de la población adulta en edad productiva sufre algún tipo de depresión. Con esto en mente, se trata del trastorno mental que más afecta a la población y la principal causa de discapacidad en el planeta.
La depresión, también denominada trastorno depresivo mayor, se manifiesta de muchas y diferentes maneras. Durante un episodio depresivo las personas pueden experimentar tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día. Además, se presentan otros síntomas como dificultad para concentrarse, falta de energía, autoestima baja, alteraciones del sueño y fluctuaciones en el peso.
“Aunque la depresión es más común entre las mujeres, la realidad es que no distingue edad, género, condición económica o nivel educativo y debe ser vista como una enfermedad que necesita de un diagnóstico y un tratamiento adecuado. Es importante que el padecimiento sea visto desde una óptima muy seria y reflexiva, ya que se puede convertir en un problema de salud serio”, comentó el Dr. Raúl Escamilla, psiquiatra especialista, médico especialista en Instituto Nacional de Psiquiatría.
Cuando la depresión es resistente a los fármacos
Algo muy importante que mencionó es que aunque en general los pacientes que sufren de depresión tienen una respuesta positiva al tratamiento, uno de cada tres no responde a los antidepresivos convencionales. A este grupo de personas se les considera resistente a los fármacos (DRT). Para ser catalogados así deben de haber dejado de responder a dos líneas de tratamiento, en dosis y en tiempo adecuado.
Según el estudio “Depresión resistente al tratamiento en América Latina” (TRAL)” desarrollado por Janssen, en Latinoamérica, el 29.1% padece DRT, confirmando que la enfermedad es altamente prevalente.
Si bien es cierto que no hay forma de anticipar qué personas que padecen depresión no responderán a su tratamiento, se ha observado que algunos grupos son más vulnerables que otros: las mujeres y los adultos mayores padecen DRT en porcentajes más elevados, por motivos tanto biológicos como psicológicos. Las personas que padecen ataques recurrentes de depresión graves o frecuentes también parecen ser más susceptibles. La salud general de una persona con depresión también puede afectar.
En ese sentido, uno de los pasos más importantes es jamás tener miedo de solicitar ayuda profesional. Mientras más pronto ocurra es mejor porque se puede ofrecer un tratamiento adecuado y personalizado. Mientras que si tú detectas a un pacientes con rasgos de depresión lo ideal es que lo canalices con un especialista para prevenir consecuencias de gravedad.