Consumir grandes cantidades de alcohol, padecer hepatitis B o C, ignorar las secuelas de la obesidad o la diabetes representan los factores de riesgo más frecuentes que pueden desencadenar cáncer de hígado, según explican los médicos especialistas del Instituto Nacional del Cáncer, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo
Así, ilustran que el hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo, similar al tamaño de un balón de fútbol. Y este cumple una función fundamental porque ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacena la energía y elimina las toxinas.
Aclaran los expertos que el cáncer hepático primario comienza en el hígado, pero el cáncer de hígado metastásico comienza en otro lugar y se disemina al hígado
Otra de las causas que pueden desencadenar una afectación maligna en el hígado es tener hemocromatosis. Una afección que causa problemas con el almacenamiento de hierro en el cuerpo.
Expertos de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, apuntan que se pueden formar varios tipos de cáncer en el hígado. Y que el tipo más común es el carcinoma hepatocelular, que comienza en el tipo principal de célula hepática (hepatocito).
El cáncer que se disemina al hígado es más común que el cáncer que comienza en las células hepáticas
Estos médicos también coinciden con los de la Biblioteca Nacional de Medicina al explicar que el cáncer que se disemina al hígado es más común que el cáncer que comienza en las células hepáticas. “El cáncer que comienza en otra área del cuerpo, como el colon, el pulmón o las mamas, y luego se disemina al hígado, se denomina cáncer metastásico en lugar de cáncer de hígado”.
Síntomas
Este centro de investigación médica estadounidense indica que la mayoría de las personas no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del cáncer primario de hígado. Sin embargo, advierten que cuando existen señales y síntomas, estos pueden incluir los siguientes:
- Pérdida de peso sin proponérselo.
- Pérdida de apetito.
- Dolor en la parte alta del abdomen.
- Náuseas y vómitos.
- Debilidad y fatiga general.
- Hinchazón abdominal.
- Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia).
- Heces blancas o blanquecinas.
Ante cualquiera o más de las manifestaciones descritas, aconsejan realizarse exámenes de rutina y consultar con un médico especialista.
Hábitos poco saludables que incrementan el factor de riesgo
Algunos hábitos poco saludables que incrementan el factor de riesgo de padecer cáncer de hígado. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) mencionan que algunas causas como fumar cigarrillos, tener cirrosis (cicatrización del hígado.
La cual también puede ser causada por la hepatitis y el consumo de alcohol), tener enfermedad del hígado graso no alcohólico (grasa adicional en el hígado que no es causada por el alcohol) y consumir alimentos que tienen aflatoxina (un hongo que puede crecer en productos como los granos y las nueces que no se almacenan adecuadamente).
Cáncer de hígado: Hábitos saludables
El medio especializado en salud Pleni Lunia enumera una lista de rutinas que pueden evitar enfermedades hepáticas:
Si se sufre de sobrepeso o diabetes se debe consultar al médico de cabecera para evitar daños en el hígado derivados de dichos padecimientos.
- Beber alcohol moderadamente.
- Tomar agua diariamente y en abundancia.
- Evitar el consumo de azúcar excesivo.
- Si se sufre de estreñimiento, es importante mitigar los síntomas para prevenir enfermedades hepáticas.
- Consumir porciones de frutas y verduras diariamente.
- Vacunarse contra la hepatitis B.
- Hacerse chequeos regulares que descarten afecciones derivadas del hígado como fibrosis, cirrosis, hepatitis B o C.
Asimismo, es importante ejercitarse regularmente para mantener un estado de físico saludable. Según la Fundación canadiense para la salud hepática, citada por la página web Mejor con Salud, el ejercicio constante es imprescindible para conseguir un hígado sano, limpio y fuerte.
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