Conforme transcurre el tiempo parece que el final de la pandemia cada vez se encuentra más lejos. Se han conseguido importantes avances pero todavía no son suficientes. Al principio se pensó que la vacuna contra la Covid-19 sería la solución pero no ha sido por completo así. Ahora la mayor barrera es la Variante Ómicron que se ha expandido por todo el mundo y su potencial es tan grande que ya ha causado graves afectaciones en los niños.
Cambios que se han generado durante la pandemia
En ese sentido, al principio de la emergencia sanitaria se pensó que los menores de edad eran inmunes a esta nueva enfermedad. Todo se generó por los bajos contagios que se generaron en este sector de la población. Pero pocos meses después se vio que no era así porque cualquiera se puede contagiar. De hecho, incluso se han confirmado casos de recién nacidos que se infectan.
Ahora bien, aunque las inmunizaciones actuales han sido de gran ayuda, su principal función es evitar desarrollar cuadros graves de la enfermedad. Ninguna evita contagios y además ninguna tiene una eficacia perfecta.
De igual forma, la Variante Ómicron ha destacado porque disminuye la protección que ofrecen los biológicos actuales. Al respecto, Pfizer ha declarado que su primera vacuna diseñada exclusivamente contra esta mutación podría estar disponible en marzo. Mientras tanto es necesario aplicar todas las opciones que ya se encuentran disponibles.
Ahora bien, una de las consecuencias del actual repunte que se vive en todo el mundo es el incremento de contagios en menores de edad. Se trata de una situación bastante grave y se ha dicho que el motivo es porque se trata de un sector de la población que no se encuentra vacunado.
Impacto de la nueva ola de Covid-19 en menores
Tan solo para tener una idea del panorama actual, la Variante Ómicron ya ha provocado un notorio aumento en el número de pacientes pediátricos que son hospitalizados en Estados Unidos. De acuerdo con la Red de Vigilancia de Hospitalizaciones Asociadas de Covid-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), actualmente hay una tasa de 5.3 hospitalizaciones por Covid-19 por cada 100 mil infantes de 0 a 4 años. La cifra representa más del doble que la registrada a finales de noviembre.
Hasta ahora no hay vacunas aprobadas para niños menores de cinco años. En tanto que las inmunizaciones para niños de 5 a 11 años comenzaron a ser aplicadas en Estados Unidos el 3 de noviembre de 2021. En tanto que los biológicos para los niños de 12 a 17 años se implementaron en abril y mayo.
A partir de lo anterior, el tiempo no ha sido suficiente y eso puede explicar por qué la Variante Ómicron ha causado tanto daño en la población infantil. Al 3 de enero se estima que alrededor del 25 por ciento de los niños de 5 a 11 años habían recibido alguna vacuna y solo alrededor del 16 por ciento habían sido inmunizados por completo. Esos números fueron del 64 por ciento y del 54 por ciento para aquellos en el grupo de mayor edad.
Según los datos de la red retomados por Statista, alrededor del dos por ciento de los pacientes hospitalizados con Covid-19 han sido menores de 18 años en promedio desde el comienzo de la pandemia. Actualmente, ese número supera el 7 por ciento.
La condición subyacente más común para los niños hospitalizados con Covid-19 fue la obesidad, que afectó a más de un tercio de los pacientes pediátricos. Seguida del asma con alrededor del 16 por ciento. Un poco menos de la mitad de los niños hospitalizados con Covid-19 no tenían condiciones subyacentes.