Las pruebas rápidas, entre ellas el test de antígenos en el lugar de atención, tienen como objetivo confirmar o descartar la infección por covid-19 en personas con o sin síntomas.
La sensibilidad de las pruebas de antígeno varía
La sensibilidad de las pruebas de antígeno varía. En las personas con signos y síntomas de covid-19, las sensibilidades son más altas en la primera semana de la enfermedad, cuando la carga viral es mayor
No obstante, que su uso se haya extendido no implica que su fiabilidad sea la misma que la de una PCR. De hecho, los test de antígenos tenían solo un 58% de precisión para las personas que no tenían síntomas, o un 72% de precisión para las que los presentaban, según una revisión de Cochrane de más de 24.000 muestras. Además, estos datos corresponden al periodo previo al descubrimiento de la variante Ómicron, por lo que ahora mismo se desconoce la capacidad que tiene esta prueba para detectarla.
Por el contrario, a pesar de la diferencia en el tiempo de espera, una PCR obtiene unos resultados drásticamente más fiables, alcanzando una precisión del 98%.
4 factores que pueden falsear los resultados de un test de antígenos
Los test tienen fecha de caducidad
Por el miedo a un posible desabastecimiento, muchas personas adquirieron un gran número de test hace meses. No obstante, estas pruebas tienen fecha de caducidad, por lo que no pueden utilizarse si se ha superado.
Cabe destacar que la fecha de vencimiento de la mayoría de estos test suele oscilar entre los cuatro y los seis meses. Cualquier persona que se realice una prueba caducada debe asumir que el resultado será erróneo.
La temperatura afecta al resultado
Tanto la temperatura a la que se conserva la prueba como a la que se realiza van a alterar el resultado del test. Ya que el líquido que debe mezclarse con la muestra extraída es extremadamente delicado y las temperaturas extremas pueden corromperlo.
“No se realice pruebas rápidas cuando hace mucho frío, eso puede disminuir su eficacia”, dijo Michael Mina, director científico de eMed, una de las compañías que fabrica estos kits. “Debes hacerlo a temperatura ambiente en la medida de los posible”.
Estas temperaturas varían entre fabricantes, por lo que, del mismo modo que con la fecha de caducidad, la temperatura a la que se debe almacenar aparecerá indicada en la propia caja o en el prospecto. Por norma general, estos kits deben almacenarse entre los 2 y los 30 grados, aunque para su uso hay que asegurarse de que todos los componentes están a una temperatura media.
Los alimentos y las bebidas alteran la prueba
De momento sólo en España hay un test autorizado que se realice de forma oral y no nasal: Prueba Rápida del Antigeno de COVID-19 / Hangzhou Alltest biotech Co. No obstante, estos podrán aumentar en un futuro cercano, por lo que hay que tener en cuenta que los alimentos o las bebidas ingeridas también afectarán a la prueba.
Productos como el café, los zumos de frutas o cualquier alimento o bebida ácida, comprometen la integridad de la prueba. No obstante, por lo menos, este tipo de productos, incluida la Coca-Cola, provocan un falso positivo, en lugar de no identificar la infección.
Por otro lado, los expertos tampoco recomiendan cepillarse los dientes o enjuagarse con colutorios. Los usuarios no deberán realizar estos actos, así como no deben ni comer ni beber, durante los 30 minutos anteriores a la prueba, por lo menos.
Se desconoce si detectan Ómicron
De momento, es demasiado pronto para que la comunidad científica sanitaria conozca la capacidad de estas pruebas para detectar la variante Ómicron, por lo que en muchos casos una persona infectada podría dar un resultado negativo.
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