Un grupo de investigadores de la Universidad de Florida (en Estados Unidos) ha determinado que ocho días de meditación intensa provocan una fuerte activación del sistema inmunitario. Este es el primer estudio genómico completo sobre cómo la meditación afecta a los procesos biológicos directamente implicados en el desarrollo de enfermedades.
En el centro de esta investigación están las prácticas de Ingeniería Interior, que son programas de meditación y yoga que hacen hincapié en el bienestar interior, han explicado los autores en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
Se tomaron muestras de sangre de los participantes en la meditación
Aunque los efectos positivos de esta práctica están bien documentados, se sabe mucho menos sobre sus efectos moleculares y genéticos, tal y como ha resaltado el doctor Vijayendran Chandran, profesor asistente de pediatría y neurociencia en la Facultad de Medicina de la UF.
El interés de Chandran por las raíces moleculares de la ingeniería interior comenzó con la insistencia de su mujer. Esta le recomendó probarlo durante 48 días y una dosis de sano escepticismo. Lo hizo durante 21 minutos al día. Tal y como ha reconocido: “lo probé y funcionó muy bien. Me sentí muy bien”.
Para el estudio se tomaron muestras de sangre de los participantes en el retiro de meditación entre 5 y 8 semanas antes, justo antes y después del retiro, así como tres meses después. El análisis genómico reveló, finalmente, que varias vías celulares y relacionadas con el sistema inmunitario se vieron alteradas tras el retiro de meditación.
Sorprendentemente, encontraron una mayor actividad después del retiro en 220 genes directamente relacionados con la respuesta inmunitaria. Esto incluía una mayor actividad en 68 genes relacionados con la señalización del interferón, una parte clave de las respuestas antivirus y anticancerígenas del cuerpo. También establecieron que la mejora del sistema inmunitario, tras el retiro, se debe, principalmente a la meditación y no a la dieta, los patrones de sueño o las diferencias de género.
Tiene implicaciones en enfermedades como la esclerosis múltiple y la COVID19
El aumento de la actividad genética entre los genes de señalización del interferón es especialmente significativo, según Chandran. Las proteínas del interferón convocan a otras partes del sistema inmunitario para defenderse de los virus y varios estudios recientes han demostrado que la señalización del interferón está desequilibrada en los pacientes con COVID19 grave.
Esencialmente, los investigadores descubrieron que la meditación utiliza una red coordinada de genes y reguladores básicos para desencadenar un efecto positivo en el sistema inmunitario.
Los investigadores informaron de que los hallazgos también tienen implicaciones potenciales para muchas enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario, como la COVID19 y la esclerosis múltiple. Mientras que la meditación aumenta la actividad de los 68 genes relacionados con el interferón, los pacientes con COVID19