La innovación no es exclusiva de los países más avanzados del mundo porque en todos los rincones hay personas creativas. El ejemplo más claro se puede apreciar con un investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que inventó un dispositivo mecánico impreso en 3D para corregir deformaciones craneales congénitas o generadas por algún traumatismo. Su diseño es único en su tipo y brinda a los pacientes mayor nivel de confort que los aparatos convencionales porque su peso es 50 por ciento menor y no cuenta con barras frontales para mantener despejada la visión del paciente.
El doctor Juan Alfonso Beltrán Fernández, titular del proyecto realizado en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) Unidad Zacatenco, explicó que el dispositivo se fabricó bajo la industria 4.0, ya que todas las piezas que lo integran (barras, arcos y tornillería) se imprimieron en tercera dimensión en un material plástico. Luego se digitalizaron con un escáner en 3D y las imágenes se enviaron a una empresa extranjera con el plano de diseño para que las imprimieran con la misma técnica, pero en titanio.
Gracias a todo lo anterior el peso del distractor se redujo casi en un 50 por ciento. Por lo tanto es menos molesto para los pacientes al momento de utilizarlo.
¿Cómo ayuda a corregir deformaciones craneales?
“Un dispositivo convencional de este tipo pesa alrededor de 403 gramos, mientras que el diseñado por el IPN pesa 204 gramos; de esa forma también se disminuye la cantidad de material que se usa para elaborarlo, lo cual repercute en brindar mayor comodidad al usuario y en la reducción de costos”.
El profesor del IPN y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I destacó que, para adaptar el distractor, el especialista clínico realiza una cirugía microinvasiva para fijarlo con tornillos especiales a la cabeza y maxilar superior del paciente. La duración del tratamiento depende de la edad de la persona y del grado de deformidad, aunque el especialista lo ajusta mensualmente.
Otra opción para los pacientes
El doctor Beltrán Fernández -quien cuenta con 12 años de experiencia en el diseño y fabricación de distintos tipos de prótesis y dispositivos ortopédicos-, refirió que por su costo los distractores para corregir deformaciones craneales son escasos en los centros hospitalarios y ello reduce la posibilidad de brindar tratamiento a quienes lo necesitan. Por ello se iniciará en breve el trámite de la patente de esta nueva tecnología para ofrecer una alternativa de atención.
El dispositivo se diseñó por solicitud del doctor Mauricio González Rabatú, Jefe del área de Cirugía maxilofacial, del Hospital Regional “1º de Octubre”, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quien se mostró satisfecho con el resultado final, ya que el distractor es altamente funcional, y brinda al usuario una visión sin obstáculos porque no tiene la barra frontal como los aparatos comerciales, lo cual evita la desviación de los ojos.