Los pacientes con colesterol alto y triglicéridos que se sometieron a cirugía espinal, cardíaca u ortopédica. Los cuales, tenían un mayor riesgo de despertarse ciegos, informa un nuevo estudio de Northwestern Medicine.
El colesterol alto en México
De acuerdo al Instituto Nacional de Cardiología, cuatro de cada 10 adultos mexicanos tienen colesterol alto.
Factores de riesgo
- Mala alimentación. Abusar de comer grasas saturadas, presentes en productos animales y grasas trans concentradas en algunas galletas, bizcochos y palomitas de maíz para microondas, así como la carne roja y los productos lácteos enteros, elevan el colesterol.
- Obesidad. Tener un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, aumenta el riesgo de tener colesterol alto.
- Falta de ejercicio. El ejercicio ayuda a aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno) y disminuye el tamaño de las partículas que componen el colesterol LDL (colesterol malo), lo que lo hace menos nocivo.
- Tabaquismo. Fumar daña las paredes de los vasos sanguíneos y los hace más propensos a acumular depósitos de grasa.
- La edad. Debido a que la química del cuerpo cambia a medida que pasan los años, sube el riesgo de tener colesterol alto. Por ejemplo, a medida que envejeces, el hígado puede eliminar en menor medida el colesterol LDL.
- Diabetes. Un nivel alto de azúcar en sangre contribuye a niveles superiores de un colesterol peligroso denominado lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) y a bajar el colesterol HDL. El nivel alto de azúcar en sangre también daña el revestimiento de las arterias.
La afección, llamada pérdida visual perioperatoria
La afección, llamada pérdida visual perioperatoria, se produce cuando un coágulo de sangre bloquea las venas, lo que se denomina oclusión de la vena retiniana.
“Es como un golpe en el ojo y la pérdida de la visión es permanente”. Dijo el autor principal del estudio, Dustin French, profesor de oftalmología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
Este es el primer estudio poblacional que identifica el desarrollo posoperatorio de la pérdida de la visión después de una cirugía no ocular. En particular, el estudio examinó qué cirugías tienen mayor riesgo y la enfermedad asociada con la pérdida de la visión.
Los autores del estudio analizaron retrospectivamente la base de datos de pacientes
La pérdida de la visión después de una cirugía no ocular ocurrió a una tasa de 1,21 casos por cada 10.000 hospitalizaciones en este estudio.
“Con base en esta tasa de pérdida de la visión después de la cirugía, estimamos que podría haber cientos o miles de casos cada año en los Estados Unidos”, dijo French.
“Esto es raro, pero si podemos comprender más detalles sobre quién tiene esta y otras consideraciones que pueden conducir a esta pérdida visual, los pacientes podrían estar más informados sobre los riesgos antes de pasar por debajo del bisturí”, dijo French. “Necesitamos continuar desentrañando esto”.
Los autores del estudio analizaron retrospectivamente la base de datos de pacientes hospitalizados del estado de Florida de 2017, que contiene todas las estadías de pacientes hospitalizados en hospitales del estado para ese año.
La investigación de la pérdida visual perioperatoria en bases de datos más amplias y completas puede ayudar a confirmar los hallazgos e identificar factores de riesgo modificables, dijo French.