Si te vacunaste contra COVID a principios de primavera tus anticuerpos están disminuyendo. Pero no es algo que deba preocuparte, según un nuevo estudio de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, publicado en la revista ‘Frontiers in Immunology’.
“En general, los niveles de anticuerpos están disminuyendo, pero no su capacidad para proteger contra la infección –asegura Ted Ross. Autor principal y director del Centro de Vacunas e Inmunología de la UGA–. La calidad sigue ahí, aunque la cantidad total haya bajado”.
Los participantes vacunados mostraron niveles más altos de anticuerpos neutralizantes
Publicado en Frontiers in Immunology’s Vaccines and Molecular Therapeutics. El estudio encontró que la vacunación da como resultado una respuesta inmune significativamente más robusta. Que la observada en personas que contrajeron el coronavirus de forma natural.
Los participantes vacunados mostraron niveles más altos de anticuerpos neutralizantes. Los cuales sirven como buscadores de virus y alertan al sistema inmunológico del cuerpo cuando ha sido infectado. Los anticuerpos de estos individuos también fueron más efectivos para unirse al virus. Lo que evita que se adhiera e infecte a las células.
Además, el estudio demostró que, para la mayoría de las personas infectadas por el virus, una sola inyección de la vacuna de Moderna o Pfizer era suficiente para hacerlas totalmente inmunes al coronavirus.
Sin embargo, algunos pueden necesitar ambas inyecciones para estar totalmente protegidos. Y actualmente no hay forma de saber quiénes lo están o no. Por lo tanto, Ross recomienda que todo el mundo -incluso los que han tenido COVID-19- reciba la segunda vacuna. “No hace daño recibir la segunda”, puntualiza.
Un programa de vigilancia a gran escala
La investigación forma parte de un programa de vigilancia a gran escala y de varios años de duración con más de 3.100 participantes de entre 18 y 90 años. Cada mes dan muestras de sangre y saliva para que los investigadores puedan seguir su respuesta inmunitaria a la vacunación o a la infección natural.
“La conclusión es que, aunque los anticuerpos disminuyan, la calidad de los mismos sigue protegiendo contra la enfermedad grave y la hospitalización –afirma Ross, que también es profesor de la Facultad de Veterinaria de la UGA–. A la gente le preocupaba que, si los niveles de anticuerpos disminuían, uno volviera a ser susceptible al virus. Pero ahora mismo no parece ser el caso de la mayoría de la gente”.
¿Quién necesita una vacuna de refuerzo contra la COVID-19?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, han recomendado recientemente la aplicación de vacunas de refuerzo a los adultos mayores, a los que padecen enfermedades subyacentes y a las personas que trabajan o viven en entornos de alto riesgo si han recibido la serie de vacunas de Moderna o Pfizer hace seis o más meses.
La agencia también recomienda un refuerzo para todos los que recibieron la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson/Janssen de una sola dosis.
Algunos expertos en atención sanitaria se preguntan si el acceso a los refuerzos debe ampliarse a todos debido a la incertidumbre sobre la eficacia a largo plazo de las vacunas para evitar la enfermedad. Pero las personas que se vacunaron en primavera y no cumplen los requisitos para recibir un refuerzo no deben entrar en pánico.
“Ahora no sé qué pasará en otros seis meses o en otros 12 meses, pero ahora mismo, si te vacunaron en la primavera, aún deberías tener anticuerpos protectores”, dijo Ross. “Los ancianos tienden a perder su inmunidad más rápidamente. También lo vemos con la influenza. Por eso tienen que volver a vacunarse. Las personas más jóvenes pueden mantenerlo por más tiempo”.
Además de recibir la serie de vacunas contra el COVID-19, el distanciamiento social y el uso de mascarillas siguen siendo una de las formas más importantes de detener la propagación de la enfermedad.
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