Aunque en la actualidad la Covid-19 se ha posicionado como la mayor preocupación sanitaria en el mundo, no significa que sea la única. De hecho hay otra que ha estado presente desde hace cientos de años y ahora se encuentra en su punto máximo. Nos referimos a la diabetes que ya se ha consolidado dentro de las primeras causas de mortalidad en el planeta y lo más grave es que su tendencia se mantiene a la alza.
Para tener una idea del crecimiento de este padecimiento, en 1980 había 108 millones de personas diagnosticadas. Mientras que para el 2014 la cifra aumentó a 422 millones de personas afectadas. La prevalencia de esta enfermedad ha aumentado más rápidamente en los países de ingresos medianos y bajos que en los de rentas altas.
Responsable de millones de muertes en el mundo
Pero no solo se trata del impacto que provoca en la calidad de vida sino sus consecuencias que inclusive pueden ser mortales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en 2019 esta enfermedad causó de forma directa 1.5 millones de defunciones. Aunque una aclaración importante es que para calcular con más exactitud la mortalidad ocasionada por la diabetes deberían añadirse los fallecimientos por las enfermedades cardiovasculares, la insuficiencia renal crónica y la tuberculosis que provoca la glucemia superior a la adecuada.
También menciona que entre 2000 y 2016 se registró un incremento del cinco por ciento en la mortalidad prematura por diabetes. En los países de ingresos altos, la tasa de mortalidad prematura debida a esta enfermedad descendió entre 2000 y 2010 pero repuntó desde ese año hasta 2016. En los países de ingresos medianos y bajos, dicha tasa se incrementó en ambos periodos.
Todo lo anterior se explica por el cambio en el estilo de vida que prevalece en el mundo. Con respecto a la diabetes tipo 2 que es la más común, se trata de un padecimiento que se puede prevenir. Mantener una alimentación equilibrada, realizar actividades físicas con frecuencia y evitar hábitos como el tabaquismo y alcoholismo son fundamentales.
El problema se genera con el abuso en los productos procesados y el sedentarismo que generan obesidad y en la mayoría de los casos conducen a la diabetes. Por lo tanto, se estima que la actual pandemia de Covid-19 sería responsable de graves daños durante las siguientes décadas.
Panorama a futuro
Según la Federación Internacional de la Diabetes (FID), en la actualidad hay 537 millones de personas de entre 20 y 79 años que viven con esta enfermedad en todo el mundo. Esto representa el 10 por ciento de la población mundial en este grupo de edad.
Mientras que se prevé que el número total de adultos que padecen la enfermedad aumente a 784 millones en 2045, lo que supone un incremento del 46 por ciento con base en el comportamiento actual.
Aunque el aumento será en todo el planeta hay algunas regiones que se verán más afectadas. En la actualidad la más dañada es la del Pacífico Occidental con uno de cada ocho adultos (206 millones) que padecen la enfermedad, aunque en porcentaje de población la región de Oriente Medio y Norte de África es la más afectada, con un 16 por ciento de prevalencia.
Aunque de acuerdo con la FID el continente más afectado a futuro será África. Mientras ahora tiene 19.4 millones de adultos con diabetes, para el 2045 la cifra sería de 47.1 pacientes, lo que se traduce en un aumento del 143 por ciento.
Por otra parte, con respecto a la región de América del Norte donde se ubica México el incremento sería del 33 por ciento. Y con respecto a la zona de América Central y Sudamérica habrá un aumento del 55 por ciento.