A propósito de las fechas que se viven es momento de abordar un tema que resulta bastante controvertido. Se trata de la posibilidad de que los médicos hablen sobre la muerte con sus pacientes. A la fecha no existe un consenso porque mientras algunos lo apoyan otros están en contra. ¿Para ti cuál debe ser la postura correcta?
En este caso todo parte del hecho de siempre ser claro y directo con las personas que atiendes y sus familiares. Lo que siempre se desea es la curación pero en ocasiones no es posible lograrla o simplemente hay otros riesgos que se deben enfrentar.
Cambios de postura a lo largo de la historia
Acerca de este punto, María Asunción Álvarez del Río, integrante del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que por siglos lo normal fue que las personas estuvieran familiarizadas con la muerte, la cual ocurría a edades más tempranas. Desde pequeños veían cómo el enfermo se encargaba de dirigir lo relacionado con su deceso, cómo tomaba decisiones, pedía perdón y se despedía.
Aunque la muerte siempre ha causado miedo y angustia, ante ese momento difícil las personas se arropaban de rituales y se valían de palabras para acompañarse y hacer el proceso más llevadero. Eso era lo natural. Hoy, en cambio, se vive una situación muy diferente.
Álvarez del Río señaló que gracias a los avances de la Medicina y la tecnología se ha logrado que la expectativa de vida sea mayor que en el pasado. Con ello, también comenzamos a ver la muerte más lejana.
En la medida en que hubo más recursos que la Medicina podía ofrecer, la gente no se quedó en su casa a morir sino que acudía al hospital para intentar hacer algo para salvar la vida. Así, ese sitio también ha servido para que el fallecimiento no suceda en casa. Una vez más, la muerte se fue alejando. Al salir de ese ámbito ya no era tan familiar, y se consideró que no había que hablar de ella como antes.
Ahora se confía casi ciegamente en que los médicos pueden hacer algo por el paciente, pero también que ellos se ocupen de la muerte. Empero, reiteró la universitaria, la pandemia nos ha recordado que no es así, que la Medicina no siempre puede hacer algo.
“A pesar de nuestra actitud de negación y de evasión, de exigir a los doctores que hagan lo imposible, hay que entender que llega un momento en que la muerte no se puede evitar. Lo que se puede hacer, y de eso somos responsables como pacientes, familiares y personal de salud, es que el deceso sea mejor. Por ejemplo, podría ocurrir que en una condición incurable el paciente esté en la unidad de cuidados intensivos, pero solo, y es posible que así muera. O se puede elegir una muerte mejor, digna, acompañada, en un sitio familiar, con la mayor comodidad posible”
Consejos para los médicos
Con lo anterior en mente, la especialista apoya que los médicos hablen sobre la muerte con sus pacientes. No significa que sea algo que le deseen a las personas que atienden sino que los mantengan informados.
En ese sentido, si existe una enfermedad grave o avanzada lo correcto es mencionar las probabilidades que existen de fallecer. Todo se debe hacer con absoluto respeto para no provocar una distorsión del mensaje.
Por lo mismo, el desarrollo de la empatía es fundamental para que los médicos puedan hablar de la muerte con sus pacientes. Es necesario utilizar un lenguaje coloquial y un tono de voz afable. De esta manera también se refuerza la relación al interior del consultorio y se evitan malentendidos.