Tomar el medicamento de ivermectina para tratar o prevenir el COVID-19 podría llevar a las personas al hospital, advierte un nuevo estudio.
Medicamento para COVID: Un aumento en las llamadas a los centros de control de intoxicaciones en todo EU
El interés en la droga aumentó el verano pasado cuando la variante Delta altamente contagiosa se apoderó de los Estados Unidos. Pero en lugar de proteger contra el virus, el uso de un medicamento normalmente reservado para caballos y ganado ha provocado un aumento en las llamadas a los centros de control de intoxicaciones en todo el país.
En respuesta, la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. Advirtió contra el uso de la droga, enfatizando que no se ha aprobado ninguna forma de ivermectina para tratar o prevenir COVID-19.
“No eres un caballo. No eres una vaca. Basta”, tuiteó la FDA en agosto.
El peligro de los efectos secundarios
En el último informe sobre el medicamento para COVID que no está hecho en especifico para tratar esta enfermedad; ivermectina. Los investigadores dijeron que los efectos secundarios peligrosos de tomar ivermectina pueden incluir; confusión, pérdida de control sobre los movimientos corporales (“ataxia”). Así como debilidad, presión arterial baja, convulsiones, malestar gastrointestinal, mareos, síntomas de visión o sarpullido.
Los efectos secundarios se pueden desencadenar al tomar demasiada droga o al interactuar con otros medicamentos, anotaron.
“Es muy fácil administrarse demasiado. La mayoría de las personas que desarrollan síntomas probablemente tomaron demasiado. Pero tuvimos varias personas que lo tomaron durante días y semanas y luego desarrollaron toxicidad”. Así lo dijo el investigador principal, el Dr. Robert Hendrickson. Es director médico asociado del Oregon Poison Center y profesor de medicina de emergencia en la Oregon Health and Science University, en Portland.
“Es un medicamento inusual en el sentido de que tiene muchas interacciones, por lo que incluso si está tomando la dosis normal recetada para otros trastornos puede enfermarse debido a las interacciones con otros medicamentos”, explicó. “Por lo general, es un medicamento con el que tenemos bastante cuidado”.
La ivermectina se puede acumular en el cerebro
Hendrickson explicó que la ivermectina se puede acumular en el cerebro. “Ahí es donde se encuentra la mayor parte de la toxicidad: uno pierde el equilibrio, se confunde y se siente débil, ahí es donde se encuentran la mayoría de las interacciones”, dijo.
Hendrickson señaló que no existe ningún tratamiento para los efectos secundarios de la ivermectina. “Es solo una cuestión de espera y atención de apoyo”, dijo.
Desde agosto, han continuado los informes de efectos secundarios graves de la ivermectina, aunque no tantos, dijo Hendrickson.
No hay ningún uso clínico para recetar ivermectina para tratar o prevenir el COVID-19.
El Dr. Robert Glatter, médico de medicina de emergencia del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, dijo: “En pocas palabras, no hay ningún uso clínico para recetar ivermectina para tratar o prevenir el COVID-19. Es irresponsable y francamente peligroso que los profesionales de la salud incluso considere recetar ivermectina para el tratamiento o la prevención de COVID-19 “.
Aunque el fármaco puede inhibir la replicación del virus en un tubo de ensayo , según varios estudios y revisiones, no tiene ningún valor clínico real para tratar a las personas con COVID-19, dijo.
“La única indicación para recetar ivermectina es para tratar una infección intestinal parasitaria conocida como estrongiloidiasis [lombriz intestinal]. También se puede usar para la oncocercosis [ceguera de los ríos] o como tratamiento tópico para la pediculosis [piojos] y la rosácea. En general, tenía valora el tratamiento de los parásitos en las mascotas y el ganado”, dijo Glatter.
La información errónea relacionada con la ivermectina tiene el potencial de causar complicaciones médicas graves que podrían ser mortales, advirtió.
“Es vital que el público consulte con fuentes médicas oficiales y confiables, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. O los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., Para obtener enfoques validados y seguros para el tratamiento de COVID-19”, enfatizó Glatter.
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