A 26 años de distancia, el pasado 17 de mayo se conmemoró que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya eliminado definitivamente a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, motivo por el cual en esta fecha se celebra el Día Internacional de la Lucha Contra la Homofobia.
Considerada mucho tiempo como conducta reprobable y trastorno mental “curable”, la homosexualidad fue incluida hasta antes de 1990 en la “Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud”, pero a partir de mayo de ese año la OMS la excluyó gracias a una larga lucha de colectivos en pro de los derechos de las personas homosexuales, quienes en 1973 ya habían conseguido que la Asociación Norteamericana de Psiquiatría la retirara de la sección “Desviaciones sexuales” en la segunda edición del “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM-II).
Tras la decisión de la OMS, hubo modificaciones sociales e, incluso, alguno gobiernos cambiaron sus legislaciones en favor de la igualdad; no obstante, hoy en día existen alrededor de 80 países en los que se criminaliza la homosexualidad, por lo que millones de personas son condenadas a prisión o a la muerte.
En cambio, en países como México se han dado pasos lentos en este sentido, pero orientados a establecer una sociedad igualitaria.
En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra la Homofobia, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso de la Unión una iniciativa con la cual se elevaría a rango constitucional el matrimonio igualitrio, sin importar origen étnico, discapacidad, condición social, religión, género o preferencias sexuales de los contrayentes.
Por su parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos celebró la propuesta del ejecutivo para que el matrimonio homosexual se formalice a nivel nacional y, además, solicitó a los legisladores avalarla.