Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Organismo Internacional de Prevención de la Ceguera (IAPB) se designó el segundo jueves de octubre como el Día Mundial de la Visión. El objetivo es generar conciencia entre la población sobre la importancia de la prevención porque los principales problemas oculares de los mexicanos y el resto del planeta son prevenibles y hasta curables.
En ese sentido, una de las barreras es el poco interés que muestran las personas por su propia salud visual. Uno de los principales consejos es acudir al menos una vez al año con un oftalmólogo para una revisión general. De cumplirlo sería posible identificar cualquier tipo de afección desde sus primeras etapas. Al hacerlo es más sencillo iniciar un tratamiento adecuado para evitar consecuencias mayores que inclusive pueden conducir a la ceguera.
Ahora bien, con base en la OMS hay aproximadamente 180 millones de personas con algún tipo de discapacidad visual. De todas ellas, entre 40 y 45 millones son totalmente ciegas. Aunque una de las mayores preocupaciones es el aumento que se registra cada año.
Actual panorama nacional
Por otra parte, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que en México hay dos millones 237 mil personas con una deficiencia visual. Mientras que los seis principales problemas oculares que afectan a los mexicanos son los siguientes:
- Errores de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia).
- Catarata senil.
- Degeneración macular.
- Glaucoma.
- Retinopatía diabética.
- Opacidad en la córnea.
En tanto que las medidas preventivas deben empezar desde el nacimiento. Para ello se cuenta con la Norma Oficial Mexicana NOM-034-SSA2-2002 para la prevención y control de los defectos al nacimiento. El documento establece que todo recién nacido debe ser examinado por un oftalmólogo que revisará el globo ocular, fijación visual, movimientos involuntarios del ojo, presencia/ausencia de infecciones, edema conjuntival, hemorragia, opacidades de córnea y cristalino, reflejos pupilares, retina, distancia entre ambos ojos y lagrimeo.
Por su parte, una vez que el niño o niña inicie su actividad escolar es necesario efectuar otra revisión visual para detectar de forma temprana algún error de refracción, el cual puede ser corregido con uso de anteojos.
Después de los 40 años se recomienda tener una evaluación oftalmológica para checar la presión intraocular y descartar cualquier padecimiento como: glaucoma, cataratas o degeneración macular relacionada con la edad.
Mientras que las personas con diabetes o hipertensión deben visitar al oftalmólogo al menos una vez al año, debido a que este sector de la población tiene mayor riesgo de padecer retinopatía diabética y glaucoma.
Por lo pronto, de tu parte recuerda hablar con tus pacientes y canalizarlos con un especialista en caso de ser necesario. De esta forma ayudas a disminuir las cifras de los principales problemas oculares que afectan a los mexicanos.