Es claro, que, que la alimentación consciente hace parte de las estrategias para conservar la salud y la vitalidad del ser humano, permitiendo obtener bienestar y calidad de vida. Sin embargo, en los últimos años se han establecido diferentes tendencias sobre los ingredientes que deben estar presenten en los platos que se consumen cada día. De ahí, que la dieta vegetariana, tome fuerza llevando a incluir frutas, verduras y cereales, que cubren todos los nutrientes que se necesitan.
No obstante, es importante entender que no se puede dejar de largo el consumo de proteínas animal, sin compensarla correctamente con su equivalente en el grupo de verduras, como las lentejas, frijoles, guisantes y espirulina. De tal manera, que, el cuerpo se mantenga en equilibrio y no se vea afectado, generando enfermedades; por deficiencia de hierro; como la anemia.
La dieta vegetariana es atractiva para aquellos que quieren conservar la salud, pero también existen otros motivos que seducen.
De hecho, los budistas, hinduistas y shiks, haciendo honor a sus creencias religiosas no comen carne de vacuno, ni de cerdo, prefiriendo una dieta vegetariana. Asimismo, los ecologistas, descontentos con el maltrato animal sacan de sus vidas el consumo de carnes de todo tipo. Mientras algunos otros, evitan cualquier producto derivado de los animales, llegando a convertirse en veganos.1
De esta misma manera, cada día son más las personas en el mundo que toman la decisión de erradicar de su cuadro nutricional las proteínas derivadas de los animales, ya sea por gusto o por salud. Sin embargo, optar por una dieta vegetariana requiere planificación. Porque si bien, este tipo de alimentación ayuda a disminuir el riesgo de desarrollar patologías, puede generar riesgos anexos por déficit nutricional.
Las ventajas y desventajas en un mismo lugar
Se puede decir, que la fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, que contienen las frutas y las verduras, permiten tener digestiones más ligeras y proteger el colon y el sistema digestivo. Además, la baja cantidad de grasa que se presenta en estos productos, favorece los buenos niveles de presión arterial, colesterol y triglicéridos. Lo que, a grandes rasgos, reduce el riesgo de desarrollar aterosclerosis, diabetes, hipertensión, dislipidemias, obesidad y cardiopatías.1
A pesar de hecho, es posible que, como consecuencia de la exclusión de la proteína animal se presente una disminución de los aminoácidos esenciales en el organismo. Mostrando deficiencias de vitamina B12, que provocan anemia y fatiga crónica, llevando a generar daños neuronales. Igualmente, puede aparecen una deficiencia de vitamina D, afectando considerablemente la absorción del calcio en los huesos.2
En Resumen
Podemos decir, que tomar la decisión de seguir una dieta vegetariana no debe tomarse a la ligera, esencialmente porque la planeación puede hacer la diferencia entre salud y deficiencia nutricional. De ahí, que, establecer un plan de acción donde sea posible intercambiar los micronutrientes que aportan la carne, por suplementos nutricionales o cantidades estandarizadas de otros elementos que se encuentran en abundancia en la naturaleza, es de gran utilidad.
Sobre todo, porque los defensores del buen vivir, exponen que la dieta vegetariana disminuye el riesgo de enfermedades del corazón, el cerebro y algunos tipos de cáncer. Fuera de eso, esta clase de alimentación, combinado con actividad física, buenos hábitos de sueño y relaciones interpersonales saludables, se convierte en la fórmula apropiada para vivir una vida con calidad.
Referencias:
1.García-Maldonado Elena, gallego-Narbón Angélica, Vaquero Mª Pilar. ¿Son las dietas vegetarianas nutricionalmente adecuadas? Una revisión de la evidencia científica. Nutr. Hosp. [Internet]. 2019 Ago. [citado 2021 Oct 03] ; 36( 4 ): 950-961. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112019000400029&lng=es.
2, Rojas Allende Daniela, Figueras Díaz Francisca, Durán Agüero Samuel. Ventajas y desventajas nutricionales de ser vegano o vegetariano. Rev. chil. nutr. [Internet]. 2017 [citado 2021 Oct 03]; 44(3): 218-225. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182017000300218&lng=es.