Como parte de una plática para la promoción de la salud en el Senado de la República, el director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez, habló sobre los retos que ha enfrentado durante los últimos meses. Además también mencionó que dentro de sus objetivos inmediatos se encuentra mandar a más médicos a las zonas rurales de todo el país.
El funcionario resaltó que otro reto en el sector de la salud es desarrollar y potencializar la formación de médicos y enfermeras. Por eso exhortó a las universidades a formar nuevas generaciones enfocadas en especialidades relacionadas con los padecimientos de nuestra población.
En el caso particular del ISSSTE, señaló que se está ampliando el número de médicos de residencia y las sedes para los programas de formación de especialistas para fortalecer el primer nivel de atención, diagnóstico oportuno y control de pacientes con enfermedades crónico degenerativas.
También comentó que entre los retos y acciones recientes está el generar incentivos en todo su personal. La idea es mandar médicos a zonas rurales y marginadas de México. De esta forma se puede asegurar el acceso a quienes más lo necesitan.
Ahora bien, una de las quejas más recurrentes de los profesionales de la salud es que no quieren trabajar en zonas rurales por su alta peligrosidad. En ocasiones los médicos son olvidados y ahí deben permanecer sin garantías sobre su seguridad. Al final muchos rechazan este tipo de ofertas debido a que ponen en riesgo su propia integridad.
Otros objetivos que se busca cumplir
Agregó que también se invertirá en un Centro Nacional de Vacunas porque el sistema de salud pública debe tener la capacidad de producirlas. Con esto será posible atender las necesidades de su población. Se quejó al decir que, en la actualidad, la mayoría son elaboradas por farmacéuticas extranjeras, lo que vuelve a México altamente dependientes.
Por otra parte, mencionó que el Estado debe recuperar la rectoría del sistema de salud en México y reducir la subrogación de servicios. Tan solo al ISSSTE le cuesta alrededor de ocho mil millones de pesos al año.
“El sistema de subrogación de servicios no beneficia a la derechohabiencia, ni en calidad, ni en eficiencia”.
Por lo anterior, expuso que se trabaja de manera coordinada para incrementar el intercambio de servicios entre la Secretaría de Salud, el IMSS, ISSSTE, Sedena, la Armada de México y demás instituciones públicas prestadoras de servicios. La idea es aprovechar la infraestructura y personal en cualquier rincón del país para así reducir costos para garantizar el acceso a la atención médica en México.
“Es necesario mejorar los esquemas de estandarización para el aprovechamiento de los recursos de salud con los que contamos como nación”.
Al concluir su participación en los Conversatorios organizados por la Comisión de Salud del Senado de la República, Ramírez Pineda detalló que la pandemia ha retrasado metas y objetivos de salud de todos los países y adicionado nuevos desafíos.