En la práctica médica se encuentran muchas herramientas para diagnosticar con precisión diferente tipo de enfermedades. Es así, como la prueba de esfuerzo, se usa para verificar como responde el corazón frente al aumento del bombeo de la sangre. De hecho, puede llevarse a cabo, completando el tiempo estipulado de ejercicio en una caminadora de banda o una bicicleta estática.
Sin embargo, existen otras modalidades para realizar este examen diagnóstico, ya que hay pacientes que no pueden realizar este tipo de actividad física. Por tanto, bajo estas circunstancias, el médico recomienda un medicamento que acelera el corazón de forma similar a cuando se ejercita.1
De esta misma forma, existe la prueba de esfuerzo nuclear con un material de contraste que se aplica en forma intravenosa. También, se encuentra la ecocardiografía de esfuerzo, que utiliza un transductor para crear imágenes de la estructura y funcionamiento del corazón.1
La prueba de esfuerzo con ejercicio o ergometría, muestra cómo responde el corazón a la actividad fisca, develando algún tipo de anomalía.
Seguramente, la prueba de esfuerzo, sea recomendable ante la sospecha de la reducción de flujo sanguíneo en el corazón. Lo que puede suceder ante la presencia de un dolor fuerte en el pecho o arritmias cardiacas que quitan el aliento y dificultan la respiración. Más aún, cuando el paciente ha sufrido recientemente un ataque cardiaco o se encuentra bajo tratamiento para controlar alguna patología.2
De esta misma forma, este tipo de examen se incluye en los chequeos médicos periódicos, con el fin de prevenir y tratar a tiempo cualquier alteración cardiaca. Asimismo, es de gran utilidad cuando el paciente quiere empezar un programa de ejercicio o es considerado un paciente con riesgo coronario por causa de antecedentes familiares.
Registrar la actividad eléctrica del corazón con electrodos o imágenes; dependiendo del método empleado; es de gran utilidad para evaluar la fuerza de este órgano.
Podemos ver, que la prueba de esfuerzo, es considerada un procedimiento seguro. Sin embargo, la actividad física o el medicamento; para aumentar el bombeo de sangre; puede generar en casos especiales dolor en el pecho. Asimismo, el material de contraste puede causar alergias, aunque las estadísticas muestran que raramente sucede.2
Así, observamos, que el médico de cabecera, el internista, el deportológo o el cardiólogo, pueden recomendar realizar una prueba de esfuerzo, para descartar o corroborar un diagnóstico de enfermedad de arterias coronarias. Además de poder visualizar por este medio, como ha cicatrizado los tejidos después de un problema cardiaco o cómo evoluciona un tratamiento.
En resumen
La prueba de esfuerzo se hace necesaria para diagnosticar una posible falla en el corazón. Tanto, cuando, se presenta algún tipo de síntoma, como cuando existen factores hereditarios o solo se quiere prevenir una posible anomalía. Además, con esta técnica se puede valorar de igual forma el comportamiento de la presión arterial en hipertensos. De ahí, que se convierta en una herramienta de gran utilidad en la labor médica.
Referencias:
- Lara Vargas Jorge, Ilarraza-Lomelí Hermes, García Saldivia Marianna, Bueno Ayala Leopoldo. Utilidad pronóstica de la prueba de esfuerzo en la estratificación de riesgo de pacientes con insuficiencia cardiaca. Arch. Cardiol. Méx. [revista en la Internet]. 2015 sep. [citado 2021 Sep. 29]; 85(3): 201-206. Disponible en:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-99402015000300005&lng=es.
2, Cid-Juárez Silvia, Miguel-Reyes José Luis, Cortés-Télles Arturo, Gochicoa-Rangel Laura, Mora-Romero Uri de Jesús, Silva-Cerón Mónica et al. Prueba cardiopulmonar de ejercicio: Recomendaciones y procedimiento. Neumol. cir. tórax [revista en la Internet]. 2015 Sep [citado 2021 Sep 29]; 74(3): 207-221. Disponible en:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0028-37462015000300008&lng=es.