La lista de vacunas contra la Covid-19 cada vez es más amplia. Hasta ahora son alrededor de 20 las que han superado todas las etapas de ensayos clínicos y se aplican alrededor del mundo. Mientras que hay más de un centenar de proyectos que se encuentran en desarrollo y muy pronto podrían ser una realidad. Pero ahora una de las mayores preocupaciones es la pérdida de eficacia que se ha observado en algunas inmunizaciones. Una de las principales responsables es la Variante Delta que se mantiene como la más peligrosa en el mundo.
¿Por qué es más dañina que las otras?
Desde que se notificó la aparición de esta mutación se ha generado una fuerte preocupación. A partir de los estudios realizados se ha comprobado que tiene una carga viral hasta mil veces mayor a la cepa original del virus SARS-CoV-2.
Como resultado de lo anterior, la Variante Delta provoca más contagios por ser más infecciosa. Mientras que eso no es todo porque también puede reducir hasta en 60 por ciento la eficacia de algunas vacunas.
En ese sentido, el periódico The Independent publicó los resultados de un estudio realizado en el Reino Unido. El objetivo fue analizar la pérdida de eficacia de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca contra la Variante Delta.
En primera instancia, la diseñada por Pfizer mostró una eficacia del 90 por ciento cuando se trata de esta mutación completa el esquema de inmunización. Aunque tres meses después de recibir la segunda inyección la cantidad de anticuerpos se reduce hasta el 78 por ciento, lo que representa una pérdida de 12 puntos porcentuales en la protección.
Mientras que en el caso de la vacuna de AstraZeneca, su eficacia al recibir la segunda dosis es del 67 por ciento. Al transcurrir tres meses también hay un descenso pero no es tan grande. Durante ese período llega hasta el 61 por ciento, lo que se traduce en una disminución de seis puntos porcentuales.
Cómo combatir la pérdida de eficacia en las vacunas ante la Variante Delta
A partir de este análisis se puede observar que la vacuna de Pfizer es la más afectada en pérdida de eficacia por la Variante Delta. Precisamente por eso la farmacéutica ha recomendado cambiar el esquema de inmunización para aplicar una tercera dosis.
Hasta ahora la propuesta ha sido criticada porque de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es innecesaria. En su lugar, todas esas dosis se deberían de enviar a los países más pobres para que la población reciba al menos una inyección.