Las labores cotidianas impiden a muchas mujeres contar con tiempo suficiente para cuidar de sí mismas de una forma correcta. La falta de ejercicio y de una alimentación equilibrada en la edad madura, aunado al estrés que conlleva cumplir con los deberes laborales, repercuten en la aparición de una serie de problemas para la salud femenina, los cuales pueden contribuir a desarrollar una falta de equilibrio hormonal.
La alteración de las hormonas es uno de los problemas más significativos en la salud femenina, ya que estas sustancias químicas, producidas por diferentes glándulas, ayudan a regular diferentes actividades del organismo como el crecimiento, la vida sexual y el metabolismo, entre otros.
“El equilibrio hormonal en la mujer es primordial para el cuidado de la salud. Ante ello, las pruebas diagnósticas son aliadas fundamentales para el monitoreo y detección oportuna de cualquier irregularidad. Si bien estos problemas se presentan con mayor frecuencia en mujeres de edad madura, es vital que las mujeres jóvenes acudan con su médico para realizarse pruebas de forma regular”, señala el Dr. Roberto Santos González, encargado de la división Consumer and Home Products en Kabla, empresa dedicada a la distribución de dispositivos diagnósticos.
Menopausia y depresión
Datos del Centro de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud en México revelan que entre los 40 y 45 años es la edad promedio en la que las mujeres mexicanas presentan problemas hormonales por irregularidades en sus ciclos de ovulación y la disminución de hormonas como la progesterona, es decir, llegan a la menopausia.
Los síntomas más notorios de este periodo son: mala regulación en el control de peso, cambios repentinos en el estado anímico, calores nocturnos, fatiga constante, resequedad vaginal, dificultades para conciliar el sueño, pérdida de la libido (deseo sexual), y, en algunos casos puede propiciar la aparición de padecimientos crónicos-degenerativos como la osteoporosis, problemas cardiovasculares, desarrollo de diferentes tipos de cáncer o depresión aguda.
En este contexto, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacan que uno de los principales problemas de salud pública es la depresión, ya que más del 4% de la población mundial vive con esta afección, la mayoría son mujeres.
Este trastorno representa la cuarta causa de discapacidad en la pérdida de años saludables. En México cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que la depresión ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres, ya que de 34.8 millones de la han padecido, 20.37 millones eran mujeres.
Si bien la depresión es originada por una serie de diversos factores externos, como la pérdida de un ser querido o estar bajo constante estrés, en las mujeres, sobre todo aquellas que están iniciando la etapa de la menopausia, esto puede ser un indicador importante de un desequilibrio hormonal.
Otra asociación entre el desequilibrio hormonal femenino y el estado anímico se presenta en mujeres en edad reproductiva. Según información del Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente, el 50% de quienes dan a luz experimentan algún cambio en su estado anímico, generalmente tristeza; pero sólo entre el 10 y el 15% experimenta depresión posparto y sólo el 1% padece psicosis posparto.
La prevención es la mejor aliada
Ante estos indicadores es importante generar una cultura de prevención para detectar a tiempo cualquier padecimiento asociado al desequilibrio hormonal. Para ello es fundamental acudir con un especialista del área, el cual podrá realizar una valoración completa del estado de salud de la paciente y determinar el mejor tratamiento para cada caso.
“Las técnicas de laboratorio hormonal, aunado a la tecnología médica con la que se cuenta hoy en día, han permitido un considerable progreso para el perfeccionamiento de las mediciones hormonales, por lo que en la actualidad se cuentan con más herramientas altamente eficaces para detectar algún posible desequilibrio en el organismo”, finaliza el especialista de Kabla.