La situación por la pandemia surgida en China ha entrado en un momento de relativa calma. Durante las últimas semanas se ha reportado una disminución de nuevos casos en la mayoría de los países del mundo. En parte se afirma que ha sido gracias a las vacunas fabricadas contra la Covid-19. A diario se aplican miles de dosis pero todavía no es suficiente. Además existe el riesgo constante a sufrir un rebrote que podría ser catastrófico.
En ese sentido, hay distintos aspectos que se deben de tomar en cuenta. Por una parte, en los países avanzados el mayor riesgo está representado por los grupos antivacunas. Se trata de personas que sin un fundamento científico se oponen a recibir cualquier biológico por supuestas teorías de conspiración.
Mientras que en el caso de las naciones menos desarrolladas el inconveniente es que no han recibido las suficientes dosis. Eso deja expuestos y vulnerables a los habitantes y genera que sea más complicado ponerle fin a esta emergencia sanitaria.
Ahora bien, hasta este momento se contabilizan alrededor de 20 vacunas distintas que se han diseñado contra la Covid-19. Son las que han superado todas las fases de ensayos clínicos y ya se aplican de manera regular. Aunque todas tienen el mismo objetivo existen ligeras variaciones entre cada una.
Dentro de los principales puntos está la eficacia, el número de dosis necesarias para completar el esquema y los efectos secundarios. Aunque algo en lo que coinciden los especialistas es que todas funcionan. Por eso la mejor es la que le corresponda a cada uno de acuerdo con su calendario de inmunización local.
Por su parte, dentro de la lista se encuentran las vacunas fabricadas en China. Desde un inicio han sido criticadas aunque en la mayoría de las ocasiones sin un motivo real. Tan solo se les rechaza por su lugar de origen. Hasta ahora las tres principales son las siguientes:
- Sinovac.
- Sinopharm.
- Cansino.
Como muestra del rechazo, tanto Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han optado por no aprobar alguna de las vacunas fabricadas en China. Aunque eso ha sido aprovechado principalmente por Asia y América Latina en donde sí han sido bien recibidas.
En el caso particular de México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) solo había aprobado para uso de emergencia las de Sinovac y Cansino. Aunque el pasado 26 de agosto se le dio el visto bueno a la de Sinopharm. De esta forma es uno de los pocos países en el mundo en donde se aplican las tres.