La tecnología en salud son todos los recursos utilizados en la atención médica, es decir, son los medicamentos, el personal, los dispositivos y procedimientos que se encuentran directamente relacionados con la atención suministrada a los usuarios, cumpliendo así los objetivos curativos y preventivos del sistema.
Es una herramienta que se utiliza a nivel mundial con el objetivo de recolectar datos de pacientes y procedimientos que sirven para la mejora continua de la atención en el sector salud. Además, permite a los médicos compartir información relevante entre un centro de salud y otro, evitando así errores humanos y dando a conocer factores relevantes de la situación de cada usuario.
Un ejemplo claro del uso de la tecnología es en el caso de requerir un trasplante de órganos, con ayuda de la tecnología en el sector salud, se puede saber que en el centro de salud A implementaron ciertos procedimientos y obtuvieron ciertos resultados sin necesidad del desplazamiento, apoyando así al personal médico a saber que ya se implementó y funciono o que procedimiento puede tener resultados negativos.
Es muy útil en cuanto al uso de la información, pero este instrumento debe de ser evaluado constantemente para permitir así conocer las implicaciones médicas, sociales, éticas y económicas del uso de la tecnología en salud. Si no se le da una buena actualización y evaluación periódicamente puede ser por lo contrario una herramienta que proporcione información errónea, haciendo que se cometan más errores de lo habitual y siendo contraproducente para el sistema.
Tecnología en salud
La tecnología a través de los años ha tenido una mejora significativa, por lo que ha sido indispensable el uso de la misma para la sistematización de los procesos y de los documentos metodológicos. Es una herramienta que ha reducido el tiempo de ejecución, ha permitido comprender el alcance de los procesos y ha abierto la puerta a la evaluación de errores y resultados.
Tiene como objetivo primordial la comprensión de la eficacia y la integralidad, ya que no busca solo saber cuántos medicamentos se tienen en inventario o que equipos médicos se encuentran en optimo estado o próximos a mantenimiento, sino que también se busca obtener acciones preventivas e incluso procedimientos de mediana y alta complejidad.
Es una herramienta que se encuentra en constante cambio y mejora, por lo que si no se hace una debida evaluación puede llegar a ser obsoleta muy pronto. Se recomienda realizar evaluaciones periódicas para que se puedan adaptar los recursos disponibles y para que se puedan hacer correcciones en los procesos.
En el sector salud se están desarrollando metodologías para la identificación, ordenación y priorización de procedimientos y recolección de datos a través de la tecnología, pero los avances en algunas ciudades de México no han sido tan satisfactorios, debido a que la implementación de estas tecnologías genera un costo y muchas de las áreas no poseen estos recursos, por lo que aún se encuentran trabajando con tecnologías viejas y que no apoyan a la mejora en cuanto al servicio al cliente.
Es una herramienta maravillosa que permite maximizar resultados, reducir tiempos y agilizar procesos.