Aunque no es realmente nuevo, el Virus Nipah ha captado la atención mundial en fechas recientes. Su nombre se debe al lugar donde por primera vez se aisló en Kampung Sungai Nipah, Malasia en 1998. Desde entonces se han registrado casos contados en el mundo pero hasta ahora se mantiene bajo control aunque el riesgo es latente.
Fue apenas hace unos días cuando se detectó un niño infectado en el estado de Kerala, al sur de la India. A partir de ese momento la preocupación se hizo evidente. De inmediato se realizó un rastreo de contactos y miles de personas fueron sometidas a pruebas para verificar su estado de salud. A la fecha se desconoce cómo se generó el contagio.
Por su parte, la National Public Radio (NPR) considera que se trata del tercer brote desde 2018. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo tiene catalogado como un “virus de preocupación”.
¿Por qué se le debe prestar más atención?
Pese a lo anterior, el Dr. Stephen Luby, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Stanford, mandó un mensaje contundente. Aunque ahora el Virus Nipah puede no representar un riesgo no significa que a futuro se convierta en algo mayor. Inclusive señaló que podría convertirse en la mayor pandemia de la historia de la humanidad.
Su argumento radica en que actualmente mantiene una tasa de mortalidad del 70 por ciento. Aunque al igual que otros patógenos tiende a mutar. Por lo tanto, cada que una persona se contagia se generan cambios que pueden dar paso a nuevas variantes. Eso significa que sería mucho más complicado de tratar y su peligrosidad puede incrementarse de manera alarmante.
Principales síntomas
Hasta ahora se ha identificado que sus primeras molestias son similares a las asociadas con la gripe e influenza. El cuadro general es el siguiente:
- Fiebre y dolor de cabeza seguidos de somnolencia.
- Desorientación y confusión.
- Dificultad para caminar.
- Espuma en la boca.
- Progresando rápidamente a un coma.
- Problemas respiratorios.
Mientras que cuando no se atiende a tiempo evoluciona hasta encefalitis y finalmente provoca la muerte del paciente.
Por otra parte, aunque no se ha comprobado con veracidad se cree que los cerdos y los murciélagos de la fruta son los huéspedes intermediarios del virus. También se transmite a través de los fluidos como la saliva y la sangre.
En tanto que lo más importante es que hasta ahora no se cuenta con una vacuna desarrollada. Con esto en mente, ahora la única solución para las personas infectadas es atacar los síntomas iniciales y mantener a los pacientes aislados para evitar que se generen brotes.