Según un informe reciente de los CDC, la diabetes y la falta de una dieta sana está aumentando en los adultos jóvenes y la prediabetes en los adultos es más frecuente que nunca. Desde el año 2000, la diabetes mellitus en México es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres. En 2010, esta enfermedad causó cerca de 83 000 muertes en el país.
De hecho, el número de diabetes mundial va en crecimiento. Lo que llevó a los CDC a etiquetar la situación como una epidemia.
El papel de la epidemia y lo que contribuye a la afección
La dieta es un factor importante que contribuye a esta afección. El 89% de las personas con diabetes tiene sobrepeso y el 37% tiene enfermedad renal crónica.
Los médicos tienen innumerables opciones dietéticas para presentar a los pacientes diabéticos y prediabéticos. Pero, ¿qué alimentos y dietas son más seguros y efectivos para tus pacientes según la ciencia?
Desde saltear granos hasta comer más verduras sin almidón, aquí te presentamos una guía dietética para pacientes con diabetes o prediabetes, según estudios y expertos en salud.
Dieta y diabetes: esto es lo que dice la evidencia
Según la Clínica Mayo, un enfoque basado en la dieta para el control de la diabetes significa ceñirse a las comidas regulares y comer alimentos que sean naturalmente ricos en nutrientes y bajos en grasas y calorías.
Los objetivos son controlar el azúcar en sangre, mantener un peso saludable y controlar los factores de riesgo de enfermedades cardíacas como la hipertensión y el colesterol alto.
Atenerse a las comidas regulares regula mejor la producción de insulina en la diabetes
El consumo excesivo de calorías y grasas aumenta los niveles de glucosa en sangre, que es precisamente lo que deben evitar los pacientes con diabetes. La hiperglucemia no controlada puede provocar problemas a largo plazo, como daños en los riñones, el corazón o los nervios.
La mayoría de las personas con diabetes también tienen sobrepeso y la pérdida de peso puede conducir a un mejor control de los niveles de glucosa en sangre. Del mismo modo, atenerse a las comidas regulares regula mejor la producción de insulina.
¿Un enfoque basado en la dieta para el control de la diabetes?
Según la Clínica Mayo, un enfoque basado en la dieta para el control de la diabetes significa ceñirse a las comidas regulares y comer alimentos que sean naturalmente ricos en nutrientes y bajos en grasas y calorías.
Los objetivos son controlar el azúcar en sangre, mantener un peso saludable y controlar los factores de riesgo de enfermedades cardíacas como la hipertensión y el colesterol alto.
El consumo excesivo de calorías
El consumo excesivo de calorías y grasas aumenta los niveles de glucosa en sangre, que es precisamente lo que deben evitar los pacientes con diabetes. La hiperglucemia no controlada puede provocar problemas a largo plazo, como daños en los riñones, el corazón o los nervios.
La mayoría de las personas con diabetes también tienen sobrepeso y la pérdida de peso puede conducir a un mejor control de los niveles de glucosa en sangre. Del mismo modo, tus pacientes deben atenerse a las comidas regulares. Lo cual, regula mejor la producción de insulina.
Alimentos para comer
Cuatro categorías de alimentos pueden prevenir o frenar la diabetes, según la Clínica Mayo: carbohidratos saludables, alimentos llenos de fibra, pescado y grasas saludables.
Los carbohidratos saludables incluyen:
- Frutas
- Verduras
- Cereales integrales
- Legumbres (como guisantes y frijoles)
- Productos lácteos bajos en grasa.
Los alimentos ricos en fibra incluyen:
- Frutas
- Verduras
- Leguminosas
- Nueces
- Cereales integrales
Lo que recomiendan los expertos para una dieta sana
La fibra se refiere a las partes de la planta que no son digeribles y ayudan a moderar el proceso de digestión y regular los niveles de azúcar en sangre.
Los expertos recomiendan comer “pescado saludable para el corazón” dos veces por semana, incluidos caballa, atún, salmón y sardinas, todos los cuales son ricos en ácidos grasos omega-3 que pueden ayudar a prevenir enfermedades cardíacas.
Finalmente, los aceites de nueces, aguacate y canola y oliva son ricos en grasas saludables (grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas). Si bien estos alimentos tienen un alto contenido de calorías y deben consumirse con moderación, estas grasas saludables pueden ayudar a reducir el colesterol.
Según los NIH, al menos la mitad de la ingesta diaria de de tus pacientes debe provenir de granos integrales. Y los expertos de la Clínica Cleveland señalan que también debe intentar comer más verduras sin almidón, como brócoli, coliflor, zanahorias, espinacas y tomates para controlar la diabetes.
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