La temperatura normal del cuerpo humano se debe mantener alrededor de los 37ºC. Es decir, que cualquier otro valor se describe como un indicador visible de que algo no anda bien. De ahí, que la hipotermia, sea una emergencia, ya que, los signos vitales, la conciencia y la vida del individuo se pone en riesgo.
Sobre todo, porque cuando la temperatura rebasa por debajo los 35°C, se presenta un escenario donde la pérdida de calor implica peligros físicos y mentales. Especialmente, porque todos los sistemas van colapsando rápidamente, si no se aplican métodos que busquen aumentar el calor corporal y recuperar los niveles adecuados de temperatura.1
De hecho, ante la exposición al clima frio, grandes esfuerzos físicos o enfermedades que tengan que ver con el sistema circulatorio, se pueden llegar a presentar bajas considerables de temperatura. Igualmente, se aumenta la posibilidad de sufrir este tipo de trastorno cuando existen cuadros severos de desnutrición, efectos adversos de ciertos medicamentos o consumo de alcohol y drogas.1
La hipotermia confunde el pensamiento
Es así, como generalizando, se pueden presentar síntomas como escalofríos, balbuceo, respiración lenta, pulso débil, somnolencia y falta de coordinación, al referirse a la hipotermia. Sin embargo, ante la clasificación entre leve, moderada y severa, las consecuencias para la salud varían progresivamente de una manera nefasta.1
Por tanto, notamos, que dependiendo del grado en que se encuentre la hipotermia se presentan efectos neurológicos de consideración. Así, los indicadores pueden ir desde amnesia y alteraciones de la conducta, pasando por disminución en los niveles de conciencia y alusiones, para finalizar en una hipoperfusión cerebral y la amenaza inminente de muerte.2
De esta misma forma, los efectos en el sistema cardiovascular no se dejan esperar. Sobre todo, porque el cuerpo necesita apoyarse en diferentes mecanismos para aumentar el calor corporal y proteger las vísceras. Es así, que la taquicardia, la vasodilatación periférica y el aumento de la presión arterial son los primeros síntomas. Dando lugar a la bradicardia y arritmias severas que anulan la actividad del corazón al final.2
Otros mecanismos de defensa
Igualmente, el cuerpo a nivel respiratorio busca compensar el calor perdido, evaporando inicialmente el agua en las vías respiratorias. En forma similar, el sistema endocrino aumenta la producción de hormonas para equilibrar la temperatura. A la par, los músculos buscan producir energía por medio de los escalofríos. En, pero, ninguna de las actuaciones anteriores surge efecto con el paso del tiempo, llevando a una falla sistémica, donde la falta de control en la temperatura no tiene un final esperanzador.2
Por ello, protegerse ante los cambios climáticos y conocer los factores de riesgo de la hipotermia; como el cansancio extremo, la edad avanzada o presentar problemas mentales; pueden ayudar a prevenir. Además, es necesario reconocer que los niños y las personas bajo efectos de sustancias toxicas, pueden verse afectados más fácilmente por niveles bajos de temperatura, colocando en riesgo la vida y la salud. Sobre todo, porque probablemente no están atentos a las señales de advertencia en el momento justo.
Referencias:
- 1. Avellanas M.L., Ricart A., Botella J., Mengelle F., Soteras I., Veres T. et al. Manejo de la hipotermia accidental severa. Med. Intensiva [Internet]. 2012 abr [citado 2021 Sep. 03]; 36(3): 200-212. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0210-56912012000300006&lng=es.
- Adela-Emilia Gómez Ayala. Trastornos de la temperatura corporal. Offarm. [internet] 2007 [consultado 3 sep. 2021];26(7): 48-53. Disponible en:
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-trastornos-temperatura-corporal-13108301.