La emergencia sanitaria por la Covid-19 se mantiene activa en nuestro país. De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa) ya suman 3.23 millones de casos confirmados y 254 mil fallecimientos. Además se ha detectado que la mayoría de los supervivientes desarrolla secuelas que afecta su calidad de vida. Mientras que otro aspecto que causa preocupación es la relación que existe con otras enfermedades como el hongo negro.
Primero fue en la India donde se detectó esta asociación. En tanto que de manera paulatina el problema se extendió a otras naciones como Brasil, Chile, Venezuela y México.
Aumentan los contagios nacionales
Con respecto a nuestro país ya se han presentado casos de hongo negro en pacientes Covid-19 en la Ciudad de México, Oaxaca y Guerrero. Mientras que ahora se dieron a conocer los primeros cuatro infectados en Sinaloa.
De acuerdo con el secretario de Salud de la entidad, Efrén Encinas Torre, los pacientes corresponden a las ciudades de Culiacán y Mazatlán. Aunque lo más lamentable es que dos de las personas ya fallecieron. En tanto que el otro par permanece hospitalizado y recibe todas las atenciones necesarias.
El funcionario señaló que no se debe alarmar a la población porque esta enfermedad, también llamada mucormicosis, no es nueva. Se tiene conocimiento de su existencia desde hace décadas y principalmente se presentan en personas con diabetes porque tienen el sistema inmunitario debilitado. Por lo mismo se sospecha que ahora ha encontrado un nuevo grupo objetivo en los pacientes Covid-19.
¿Cómo se transmite?
Por otra parte, la principal forma de infección es a través de la vía respiratoria al inhalar las esporas. Pero la inoculación también se puede dar por la vía cutánea, cuando se pegan a una lesión de la piel o mediante la vía gastrointestinal.
El hongo negro puede afectar la piel, mucosas, músculos, cartílagos y huesos. Una vez que se instala y causa la infección, puede diseminarse a cualquier parte del cuerpo. Se trata de una micosis de rápida evolución.
La mucormicosis puede ser rinocerebral, cuando provoca inflamación de la cara de manera unilateral, “caída” del párpado, dolor de cabeza, congestión nasal, lesiones negruzcas en la nariz o paladar, y fiebre: pulmonar, con tos, dolor de pecho y dificultad para respirar; y gastrointestinal, con dolor abdominal, náuseas y vómito y hemorragias gastrointestinales.
Aunque lo que provoca mayor preocupación es la alta mortalidad del hongo negro porque aproximadamente es del 90 por ciento, sobre todo en quienes no son diagnosticados a tiempo y, por lo tanto, su tratamiento es inadecuado.
Para atender el padecimiento se administra Anfotericina B que, en algunas ocasiones, se acompaña de Fluconazol. Ambos antifúngicos tienen una buena efectividad. A veces se requiere limpieza quirúrgica, porque el hongo va dejando tejido muerto.