Regreso a clases presenciales: ¿la ruleta rusa?

La decisión del gobierno federal del regreso a clases presenciales durante el máximo apogeo de la pandemia ha provocado un intenso debate.

A pesar de este tercer repunte de la pandemia de Covid-19, que nos ha dejado hasta ahora números récord en números de contagios diarios y hospitalizaciones, el gobierno sigue insistiendo en que el regreso a clases es inminente. Tan solo pretende que regresen a clases 33 millones de alumnos a finales de agosto. Nada más.

Como hemos dicho antes, nadie niega lo importante que es el regreso a clases presenciales para los niños y adolescentes, sobre todo porque en la escuela, además de conocimientos, se aprenden otro tipo de habilidades sociales, que ahora, por el confinamiento y las clases a distancia, no se están adquiriendo.

Además, hay niños que han podido seguir bien sus clases a distancia, porque cuentan con un espacio para ello, una computadora o dispositivo para seguir sus lecciones, televisión, conexión a Internet, y claro, comida en la mesa todos los días. Pero también hay pequeños que no cuentan con nada de lo anterior.

A decir de la firma Statista, entre abril y agosto de 2020 se estima que más de 2.83 millones de estudiantes abandonaron la escuela, pero con el paso de los meses, según confirmaron recientemente las autoridades educativas, se sumó otro 1.5 millones más, de tal forma que son más de cinco millones de alumnos que se han perdido en el limbo por esta pandemia.

La maestra Delfina Gómez, secretaria de Educación, reiteró que el retorno a clases presenciales será el próximo 30 de agosto -y terminará el 28 de julio de 2022- y anunció una serie de medidas sanitarias que sorprendieron a muchos, pero por lo simples y evidentes, como que no le pensaron mucho ni se quebraron la cabeza. Así que mucha de la responsabilidad se la dejaron a los padres de familia.

El protocolo sanitario de 10 acciones anunciado dice textualmente: 1) establecimiento de un filtro de salud en casa, 2) lavado constante de manos con agua y jabón, 3) uso correcto de cubre nariz y bocas, 4) mantenimiento de la ‘Sana Distancia’, 5) mayor uso a los espacios abiertos, 6) suspensión de las ceremonias y reuniones generales, 7) aviso inmediato de la presencia o sospechas de Covid- 19, 8) cursos de apoyo socioemocional en línea de la SEP para profesores, 9) carta de compromiso de corresponsabilidad y 10) integración al Comité Participativo de las escuelas…

En tanto, como también hemos insistido, a pesar de los dichos del gobierno, esta pandemia sí está afectando a los más jóvenes, pues solo por poner un caso, la capital mexicana ha tenido un incremento acelerado en los contagios semana tras semana, de tal manera que la transmisión aumentó 401% entre junio y agosto: de 62 contagios confirmados en la semana del 13 al 20 de junio, la cifra subió a 311 en la semana del 1 al 8 de agosto.

Así, la Ciudad de México sumó 1,597 casos en menores de cero a 17 años en los últimos dos meses, pues hasta el 13 de junio se tenían detectados 14,244 contagios y al 8 de agosto ya sumaban 15,841, de acuerdo con los reportes semanales del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).

Por ello, es muy importante inmunizar con la vacuna anti Covid de Pfizer a los chicos de entre 12 y 17 años, la cual ya está aprobada para uso de emergencia por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) desde finales del mes de junio.

No obstante, dicha vacuna de Pfizer aún no se incluye en el plan de vacunación a los menores de edad, pese a que en países como Estados Unidos, entre otros más, ya se aplican dosis a partir de los 12 años.

Además, para que el personal educativo del país tenga una mayor protección y trabajen de una forma más segura en este retorno a la presencialidad, sería oportuno aplicarles la dosis de refuerzo que recomendó la farmacéutica china CanSino Bio, pues ya está demostrado que dicha vacuna pierde efectividad a los seis meses, así que habría que aplicarla a los maestros a inicios de noviembre.

Sin embargo, a la fecha la Cofepris todavía no ha autorizado esta dosis adicional de refuerzo de CanSino ni mucho menos ha establecido fechas para ello. Por tanto, es urgente que la agencia sanitaria tome cartas en el asunto y comunique lo propio, pues ello abonará a dar certidumbre en este precipitado regreso a clases presenciales, a pesar del año y medio que tuvo el gobierno para prepararse.

Estetoscopio

¿Cuánto invertirá el gobierno en este regreso a la presencialidad en las clases? ¿Se han remodelado los salones para tener una mayor ventilación? ¿Todas las escuelas cuentan con agua corriente y jabón y papel higiénico en los sanitarios? ¿Se proporcionarán cubre nariz y bocas y gel para los niños que no puedan comprarlos? Y en caso de una infección por Covid-19 ¿en dónde se atenderán estos alumnos y sus familiares? Recordemos que una buena franja de la población ya no cuenta con el Seguro Popular y el Insabi sirve para dos cosas…

Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación (CC) y maestro en Relaciones Internacionales (RI) por la FCPyS de la UNAM. Es socio director de Comunicación CM, desde donde edita medios especializados en las industrias farmacéutica, salud, energía y tecnología. Es profesor de periodismo de la carrera de CC, en la UNAM, desde hace más de 27 años. Es generador de contenidos y ha desempeñado diversos cargos periodísticos en los principales medios de comunicación en México, así como algunos internacionales.