En todo el país, los médicos ven cada vez más el valor de la práctica de la independencia. Ya sea para escapar del empleo en el hospital o para salir de la práctica grupal para ir en solitario, cada vez más médicos se dirigen a la práctica privada.

Sentar las bases para el éxito desde el principio

Por lo tanto, si estás buscando unirte al grupo de emprendedores médicos, es crucial sentar las bases para el éxito desde el principio. De lo contrario, corre el riesgo de ponerse al día después de que las puertas ya estén abiertas.

A continuación se proyectan algunas tareas obligatorias que debes seguir antes de iniciar la práctica de tu propio proyecto.

Plan de investigación:

Dedica una cantidad significativa de tiempo, de ocho meses a un año, investigando su mercado local y analizando las consecuencias de su decisión de hacerlo solo. Habla con otros médicos de tu especialidad que se hicieron privados y descubre las lecciones que aprendieron. O bien, contrata una empresa de consultoría para describir los pros y los contras de lanzar tu propia práctica y las fuerzas del mercado a las que te enfrentarás.

Elabora un plan de negocios:

Repasa todas las consideraciones financieras de operar una práctica privada y redacte un plan de negocios que las detalle. Los puntos clave a considerar incluyen si aceptarás un seguro (y, de ser así, de qué pagadores). Si manejas las inquietudes administrativas internamente o subcontratará (lo que puede ayudarlo a maximizar una práctica privada rentable). Y si participaras en cualquier sistema de salud más grande (como una franquicia) u operar de manera completamente independiente.

Ayuda legal:

Ser empleado de un establecimiento médico es un mundo aparte de ser dueño de uno. No permitas que la confianza que te has ganado a lo largo de los años trabajando para otras entidades de atención médica empañe tu juicio sobre las vastas consideraciones legales en juego al iniciar tu propia práctica.

Asegúrate de antemano de que no enfrentarás consecuencias legales por escapar por tu cuenta. (Si firmaste una no competencia, es posible que tengas problemas). Luego, obtén asistencia legal que te ayude a navegar en las aguas de los nuevos contratos de pagadores y proveedores, inquietudes por negligencia y trámites de empleados y contratistas.

Organizar el financiamiento:

Cuando elaboraste tu plan de negocios, debiste haber incluido los costos de inicio, es decir, los fondos que necesitará para abrir tus puertas antes de generar ingresos de práctica. Los costos iniciales incluirán la compra de equipos, tarifas de licencia de software, suministros y más … ¿Cómo los pagarás?

Traza el enfoque de gestión de mejores prácticas para financiar tu negocio, teniendo en cuenta que si eliges aceptar un seguro, podrías estar esperando hasta seis meses para recibir tus primeros reembolsos. Obtener un préstamo bancario, asociarse con inversionistas o contigo mismo. Ya que financiar la nueva práctica con tus propios ahorros son algunas de tus opciones.

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