Es posible que los pacientes no reconozcan que los alimentos, por más saludables que sean, pueden tener graves consecuencias cuando se mezclan con ciertos medicamentos.
La información es prioridad
Por lo tanto, es necesario que mantengas informados a tus pacientes sobre las interacciones entre alimentos y medicamentos más peligrosas que existen.
1. Digoxina y fibra
Se dice que un desayuno de avena es bueno para el corazón, pero este puede no ser el caso si le receta a su paciente digoxina para regular el corazón. La fibra interfiere con los niveles de absorción de digoxina en el torrente sanguíneo. Lo que significa que el efecto del fármaco para salvar vidas disminuye.
En general, se recomienda que el usuario limite la ingesta de fibra mientras toma este medicamento, o que programe su ingesta de fibra para que se separe del momento en que toma su medicamento con digoxina.
2. Sildenafil y pomelo
Si estás prescribiendo medicamentos para la disfunción eréctil (DE) procura advertir a tus pacientes sobre el peligro de la toronja. Hasta el 40% de los hombres mayores de 40 años luchan contra la disfunción eréctil, y ese porcentaje aumenta con cada década de edad.
Para muchos de estos hombres, tomar medicamentos para la disfunción eréctil se convierte en la solución al problema. El sildenafil en los medicamentos para la disfunción eréctil actúa relajando los vasos sanguíneos. Comer o beber toronja puede contribuir a un aumento de los niveles de estos medicamentos en el torrente sanguíneo y puede provocar efectos secundarios como dolores de cabeza y presión arterial peligrosamente baja.
3. Calcio y antibióticos
Seguro sabes que hay muchos alimentos que tus pacientes deben comer mientras toman antibióticos y otros que deben evitar . De lo que muchos no son conscientes es del hecho de que la ingestión de calcio puede interferir con la capacidad de los antibióticos para hacer su trabajo, creando interacciones entre alimentos y medicamentos que pueden tener consecuencias negativas.
Los antibióticos se absorben en el cuerpo a través del revestimiento intestinal. El calcio recubre los antibióticos mientras están en el tracto digestivo, lo que dificulta que el cuerpo los absorba.
4. Fármacos antitiroideos y yodo
Más de una de cada cien personas en este país tiene el problema de una tiroides hiperactiva. Para muchas de estas personas, los medicamentos como el metimazol y el propiltiouracilo se convierten en un salvavidas. Estos medicamentos inhiben la cantidad de tiroxina que produce la tiroides y evitan que el cuerpo absorba yodo.
La introducción de un exceso de yodo en la mezcla mediante el consumo de alimentos con alto contenido de yodo, como los mariscos, puede provocar una sobrecarga de yodo. Los efectos secundarios del exceso de yodo en el cuerpo incluyen problemas hepáticos, erupciones cutáneas y urticaria.
5. Tiramina e IMAO
Para quienes padecen depresión, ciertos medicamentos recetados pueden requerir una planificación cuidadosa de los alimentos. Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) evitan que el cuerpo descomponga las sustancias químicas naturales del cerebro para sentirse bien, y lo hace bloqueando la producción de tiramina. Que tus pacientes agreguen un exceso de tiramina a la dieta, como consumir queso añejo, carnes en conserva o cerveza, mientras se toman IMAO simultáneamente puede provocar niveles de presión arterial peligrosamente altos.
6. Toronjas y estatinas
El delicioso y nutritivo pomelo vuelve a llamar la atención cuando se trata de quienes dependen de las estatinas para reducir el colesterol. Al igual que con los medicamentos para la disfunción eréctil, la toronja puede interferir con la capacidad del cuerpo para absorber los efectos de las estatinas.
La incapacidad para metabolizar el medicamento significa que existe el riesgo de que se acumulen demasiadas estatinas en el torrente sanguíneo. Lo que puede provocar efectos secundarios que van desde dolor muscular hasta insuficiencia renal.
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